Después del fallido “
One Sony”, que dio como resultado despidos masivos y varios ejercicios con pérdidas, Kazuo Hirai prepara un nuevo plan de tres años para devolver la compañía a la rentabilidad. El eje central de esta estrategia pasa por PlayStation y dar mayor autonomía a las divisiones.
Sony dividirá sus áreas de negocio en tres categorías: motor de crecimiento, generador de ganancias estable y gestión de volatilidad. El objetivo de este nuevo plan es llegar al ejercicio de 2017/2018 con unas ganancias de 500.000 millones de yenes (3.681 millones de euros).
El negocio de los videojuegos y los servicios de Internet donde encontramos a PlayStation se clasifica como motor de crecimiento. Sony tiene la intención de ampliar la base de usuarios de la consola así como los miembros de PlayStation Network. Comparativamente, la división móvil y de televisores caen a la categoría de gestión de volatilidad.
Esto significa que Sony no perseguirá el crecimiento de ventas en áreas como la de teléfonos inteligentes, donde está sufriendo la competencia de los rivales asiáticos con productos más económicos así como la de los líderes de la industria como Apple y Samsung. En su lugar centrará la inversión en las divisiones más rentables, como la de sensores para cámaras, videojuegos y entretenimiento.
Cuando le preguntaron a Kazuo Hirai sobre la división de televisores y smartphones dijo que la compañía
no descarta salir de ambos negocios. Esta es hasta la fecha la declaración más clara que ha hecho Sony sobre la posibilidad de vender o buscar un socio para estas dos áreas de negocio.
Pocos esperan que Sony vuelva a los días de Walkman y televisores Trinitron, pero sí que realice una mejor gestión de sus activos, saque partido a la plataforma PlayStation, siga siendo competitiva en la fabricación de componentes como los sensores CMOS y aproveche mejor su acceso a los contenidos audiovisuales.