Los ereaders se quedaron bastante estancados y de hecho han evolucionado muy poco desde que nacieron hasta ahora. Tuvieron la desgracia de nacer casi al mismo tiempo que las tablets y éstas y las cada vez mayores funciones de los teléfonos móviles les han comido la tostada, qué le vamos a hacer.
Los ereader son aparatos comparativamente lentos, en blanco y negro y solo valen para una cosa, frente a otros gadgets capaces de reproducir audio, vídeo, escribir, navegar y hacer mil virguerías. Es triste, pero los ereaders se han quedado muy atrás en todo.
Excepto en una cosa: el texto en estos aparatos sigue siendo lo más parecido al papel que puede encontrarse, y al no ser retroiluminados, nuestra vista no padece los largos periodos de lectura. Y además la batería dura una barbaridad. Pero me temo que al gran público lo que más le interesan son los aparatos polivalentes, que aunque no hagan nada tan bien como los dedicados, hacen de todo. Y a eso creo que puede resumirse todo.
Y como todo en la vida, menos usuarios equivale a menos usuarios con conocimientos de programación y electrónica, menos comunidad y por tanto menos scene. Y desde las compañías tampoco ayudan nada. Y Sony en eso era de las peores, hicieron todo lo posible para que nadie metiese mano a sus firmwares oficiales. Pese a que la mayoría utilizan linux o android, no dan ninguna facilidad, ni kits de desarrollo ni nada para que la comunidad mejore los firmwares tan limitados de serie.