18 meses después de firmar un acuerdo para el desarrollo y fabricación de televisores OLED, Sony y Panasonic han decidido finalizar su aventura conjunta para centrarse en cumplir la demanda de LCDs 4K por separado. El plan original consistía en combinar la tecnología de impresión de material orgánico de Panasonic con la tecnología OLED Super Top Emission de Sony.
La sociedad entre las gigantes de la tecnología pretendía sentar las bases de un proceso de producción con coste reducido cara a un futuro trato de fabricación en masa. Pero tal como informan
Nikkei y
The New York Times, las compañías niponas no han conseguido fabricar paneles suficientemente duraderos ni abaratar costes.
Ambas empresas
mostraron prototipos OLED 4K de 56 pulgadas el pasado CES, pero ninguna lanzó nuevos modelos con esta tecnología a lo largo de 2013. Por su parte, LG y Samsung también mostraron sus propias pantallas OLED durante este año, pero los precios alrededor de 10.000 dólares de dichos modelos evitaron ventas significativas para un mercado que no se termina de asentar.
De hecho, el grupo NPD ha reajustado su previsión de ventas estimadas para pantallas OLED el pasado martes, bajando la cifra anual de 20.000 unidades a 5.000, y la estimación para 2017 de 9 millones a 4. Como había pasado con el 3D, la decisión de las dos empresas tecnológicas japonesas podría ser un indicio de una rápida reestructuración de la industria del televisor para dejar de lado a la tecnología OLED, al menos por ahora.
Sony y Panasonic se centrarán, esta vez por separado, en el desarrollo de pantallas 4K sobre tecnología LCD. Según datos de Displaysearch, el mercado del UHD 4K despegará de forma firme en 2014 llegando hasta los 1,95 millones de dispositivos. En 2017 estas cifras podrían ser tan positivas como 61 millones, es decir, un 20% de todos los televisores LCD.