Si ya te sientes raro cuando los Barça-Madrid no te gustan, más raro todavía te hacen sentir cuando no te gustan los partidos de España. En el partido contra Corea (era contra Corea, ¿verdad?) del pasado mundial (porque era un mundial, ¿no es cierto?), yo me dormí. Pero lo grave del caso es que me había tenido que levantar temprano por el desfase horario, no sé si el partido empezaba a las ocho de la mañana o así, pero no podíamos verlo tranquilamente en la habitación del hotel (estábamos de pseudovacaciones), nooooooooooo, mi maridito tenía que ir a verlo donde estaban todos sus compañeros, una sala que estaba con un montón de gente y habían instalado una pantalla. Y en este ambiente tan hostil, yo me dormí. De pronto escuché una voz a mi izquierda que le decía a mi marido: "Oye, ¡que tu mujer se está durmiendo!". Joer, pos claro que se está durmiendo, el fútbol me parece aburridísimo: lo único interesante del partido, los goles, ocurren de media dos o tres veces por partido. ¿No es mejor el baloncesto, que cada poco tiempo pasa algo?
En fin, que sí, que eres raro porque no estás dentro de la mayoría, pero no estás solo.