Jhon Lol escribió:
Ojala fuera ese el problema xD, experiencia por desgracia tengo bastante.
Esta tarde me acercare a un antiguo curro a ver que me dicen.
Suerte con ello y ánimo hombre!
enga, pa que os echéis unas risas
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Yo era feliz con mi rosca, de cliente a cliente en mi furgoncito por los Montes de Toledo. Poca responsabilidad y esas cosas...
Se me ofreció pasar a ser representante, y no me pareció mal: conocía a la gran mayoría de los clientes y por fín le daba algo de reposo a mi espalda. El aumento de sueldo incluía aumento de la responsabilidad, lógicamente...
Hasta ahí todo bien, pero llegamos al título del hilo
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El boss viendo que mi ruta la llevo se le ocurre un día mandarme para Madrid, a ver a un tipo al que estaba interesado en vender (no te jode!, digamos que yo vendía cajitas y el compraba por palés). El caso es que le llamo (hará 5-6 años y me acuerdo de su nombre!) para ver cuándo nos podíamos ver y el me da fecha y hora.
Allá que te va el tío con sus muestrarios y tarifas; es lo mismo de siempre sólo que en Madrid, con un tío que no conoces aún pero que habla tu idioma, me decía. Y así fué.
Llego, me abren y me hacen pasar a un despacho con un señor te que me imponía más respeto que la pareja de la GC (el dueño) y ahí empieza el sudor frío....... El caso es que el tío era simpático.
No se qué huevos me pasó pero empecé a balbucear, a soltar las tarifas de memorieta como en un exxamen oral en el que te juegas un curso
Yo también lo había preparado, llevaba un par de directrices en mente. La principal era informarme de sus consumos para darle un presupuesto en consecuencia. Pero ahí estaba yo, recitándole casi de memoria las fotocopias que llevaba en la cartera...
Supongo que aquello duraría minuto, minuto y medio hasta que me paré y me traté de serenar un poco.
Le dije que lo sentía, que me había puesto muy nervioso y que no sabía qué me había pasado. Me debí poner como un tomate y creo que hasta me costó respirar!
Aquel señor me miró con una amplia sonrisa (me pareció un gestazo por su parte) y me dijo que me tomara un café. Debía tener unos 50-53 años y yo 23-24 y creo que, al igual que a mi madre y a mi hermana, a posteriori le seviría para echarse unas buenas risas
moraleja: preconcebir cierto tipo de eventos puede ser contraproducente. No dejarlo todo al azar, pero tampoco cuadricularse...
En fín, yo también me he desahogado mira!
Lo dicho tío muchísima suerte y a ver que tal tu antiguo jefe