don pelayo escribió:Papitxulo escribió:meeeeeeeec! error
Si no entro a la zona de chicas no puedo saber que tienen a la venta el Singstar ABBA
Disculpa, me cuesta mucho imaginarme a un chico cantando ABBA. Pero está claro que es culpa de la asignación arbitraria de roles: el marketing y los estudios de mercado no tienen nada que ver. Al final resulta que la página en cuestión es sexista; y encima el discriminado es el hombre. La discriminación positiva ya está aquí.
Lo que no implica que los estudios de mercado no puedan tener un corte sexista, por ejemplo:
Los que ponen a niñas como repollos con lazo llenos de purpurina cuando quieren vender muñecos (los hombres no cuidan de los bebés
) o a niños como macarras cuando quieren vender un coche de juguete (las mujeres no conducen
), cuando está demostrado que un niño/a a edades tempranas, cuando todavía no ha sido conducido hacia "el camino correcto" por la familia, lo que ve en la calle, por la tele, etc.. juega con cualquier tipo de juguete. Y así además de inculcar valores atrasados (y digo atrasados por ser "fisno") pierden la mitad de las posibles ventas ¡porque ellos lo valen!
Por otro lado están los anuncios que nos ponen a los hombres como subnormales cuando tenemos que poner una lavadora o lavar los platos...sí, mira por donde la discriminación positiva existe, aunque en este caso lo de positiva se queda en el nombre y no deja de ser un tanto engañosa, haciendo ver que el hombre no vale para esas tareas... la mujer sí, pues ese es su papel en la vida
.
Y podría poner más ejemplos,pero como estoy seguro de que poca gente se iba a tragar entero el ladrillo, prefiero ser relativamente breve.
En resumen, que se hagan estudios de mercado no significa necesariamente que se hagan siempre bien ( y no me refiero sólo en cuanto a ventas, sino a tener en cuenta aspectos éticos). No está mal mirar las cosas con un poco de ojo crítico, aunque tengan relativa poca importancia.
P.D. Si te cuesta verme cantando canciones de ABBA es que no me has visto cantando y bailando la coreografía del "No Controles" de Olé Olé, apoteósico