El uso de las cámaras de circuito cerrado de televisión y la forma en la que pueden ayudar a inmiscuirse en las vidas privadas de los ciudadanos es desde hace tiempo un asunto espinoso. Pero esta no es una problemática que afecte exclusivamente a las cámaras fijas o de videovigilancia. En Suecia el Tribunal Supremo Administrativo ha dado la categoría de CCTV a las cámaras que acompañan a los drones. El resultado de esta decisión
la prohibición de facto de estos aparatos en espacios públicos.
Según se puede leer en
el dictamen, aquellos aviones no tripulados con cámaras y que puedan acceder a espacios públicos deben ser tratados como cámaras de vigilancia cuando se habla de privacidad de los ciudadanos. Por tanto, aquellos usuarios que quieran volar un dispositivo en lugares públicos deberán obtener un permiso especial. Una autorización que se podrá obtener en la administración local de cada enclave previo pago de una tarifa.
En cualquier caso, la solicitud no significa la aprobación automática para el vuelo de los entusiastas y aficionados a los drones. De hecho, no hay garantía de que se apruebe y el visto bueno dependerá de los funcionarios locales. Si estos creen que la privacidad e intimidad pública es mayor que el beneficio para el usuario de los aviones no tripulados, dicha solicitud será rechazada.
En cambio la sentencia sí realiza una distinción entre drones con cámara y otros vehículos o dispositivos como una bicicleta con una cámara instalada. En este caso el tribunal afirma que no se requiere de un permiso especial porque están operando en las inmediaciones del mismo propietario.
La sentencia que anula otra anterior del 2015, cuando un juzgado afirmó que los drones con cámaras no constituyen vigilancia. En cualquier caso se trata de una norma pionera en Occidente no exenta de polémica. Parece difícil imaginar de qué forma las autoridades podrán hacer u obligar a cumplir las sentencias.
Las críticas por parte de los aficionados a este tipo de grabaciones no se han hecho esperar. Como apuntan desde la
web Petapixel, ya existen numerosas quejas online protestando por la polémica decisión que supone un golpe para la creciente industria de drones en Suecia.
Fuente: The Next Web