El sueño es liderado por unas temibles criaturas de unos dos metros, con aguijones en vez de manos, y un ser celestial que vino a salvarnos a todos. Procedo a contarlo. Yo estaba en una preciosa playa, bastante cálida a mi parecer, todo estaba perfecto, cuando de pronto empezaron a salir criaturas de todos lados, criaturas enfermizas y asquerosas que pretendían sembrar el caos y la destrucción, pasado unos minutos lo que era una preciosa playa se convirtió en un absoluto desorden, todo destruido, cientos de personas inocentes acabaron sin vida a manos de estas sucias alimañas posiblemente enviadas por el mismísimo satanás. Yo, un poco más espabilado que los demás, decidí entrar en una pequeña tienda que había a pie de playa, desde la ventana lo veía todo, muertes y destrucción. No podía permitir que siguieran haciendo lo que les diera la gana (Estos alocados extranjeros). Me armé de valor y decidí salir, insensato de mi, me planté cara a cara con una de estas criaturas, le propiné un puñetazo que esta misma ni se inmutó, acto seguido me golpea y me tira al suelo, me hallaba a pocos centímetros de su gigante aguijón, cierro los ojos asimilando mi propia muerte, pasan unos segundos y abro los ojos, y allí estaba, la criatura muerta, y en frente de mi un ser magnifico, celestial, divino, alto, moreno, con un pelazo, ojos oscuros penetrantes, musculoso, con voz muy varonil, me había salvado la vida. ¿Como agradecerle tal acción?, Me interese por el, y le pregunte su nombre, y esta es la parte en que no me acuerdo muy bien, pero si mi memoria no falla, me dijo algo así como "Pablo Iglesias", en fin, yo y mis sueños.