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FUCKOFF escribió:Yo siempre he opinado que el tema del bullying tenían que penalizarlo de algún modo. Por ejemplo con 2 o 3 denuncias meter al acosador/ores en un centro de menores y a los papas de la criatura multas jugosas de esas de 10000€ que fuesen a parar a manos de la víctima como pago por los abusos sufridos.
Cuando a más de uno y de dos padres de estos impresentables les metal al niño en un centro de menores unos meses/años y encima les pique la cartera con el multazo. Muchos padres se molestarian mas en educar mejor a sus hijos.
Otros a los que habria que sancionar bien, con el despido y la inhabilitacion es a los maestros. No puede ser que estes viendo cono la clase entera esta jodiendo a uno y pases, vale que teóricamente tu trabajo es educar, pero coño también tienen el deber de velar por la seguridad de esos niños.
Yo sufrí muchísimo a inicios de primaria por culpa de una maestra que me toco en primero de E.G.B, se dedicaba simplemente a fumar y pasar muy mucho de todo, ya podía ver que estaban lanzándome piedras que ella solo miraba por la ventana y au.
Burakki-Destruction escribió:Yo nunca llegué a sufrirlo, pero sí que he sido de esos que he visto a gente que lo sufría y pasaba de hacer nada, por la simple razón de que yo siempre he pensado que no hay que ser más papista que el papa. No merece la pena lanzarse a defender a nadie que no quiere hacer nada por sí mismo.
Pero bueno, en todos y cada uno de los casos he visto el mísmo denominador común, tan pronto como el acosador le puso cojones y plantaba cara la cosa dejaba de durar mucho tiempo.
Irónicamente donde más ganas he tenido de partirle la cara a un compañero ha sido en la propia universidad.
Makankosappo escribió:Bullying no, al menos nunca llegando a agresiones físicas ni putadas gordas, como que me roben cosas y tal. Mofas por mi físico sí. Tuve el "problema" de que físicamente me desarrollé muy muy rápido, y prácticamente con 11 años ya tenía barba más o menos cerrada, granos, vello corporal... No ayudó tampoco que de crío el cretino que se metía con la gente era yo (es de las pocas cosas que si tuviese la oportunidad de cambiar de todo lo que he vivido cambiaría sin dudar) y claro, me volvió todo de manera proporcional. Llegué a coger un complejo importante y a no querer ir a la playa o en pantalón corto por la calle, cosas así.
Por suerte para mí fue solo cosa de un año, y empezada la secundaria formé el grupo de amistades que a día de hoy conservo y más o menos tuve la vida normal de cualquier otro adolescente. No volví a tener más problemas conmigo mismo porque aprendí un poco por las malas a no darle importancia a lo que diga la gente y que lo verdaderamente importante es lo que piense yo mismo y mis allegados de mí. Pese a todo, siempre noté que el estigma de haber sido un "pringao" siguió pesando en la percepción general que tenía la gente sobre mí, incluso con los que me llevaba bien (que a decir verdad y pensándolo en frío, era bastante gente que no necesariamente estaba en mi círculo de amigos y con los que a día de hoy me sigo hablando), al punto de que sentía que no se me tomaba en serio ni me sentía respetado. En parte por eso me volví bastante cerrado con la gente y muy desconfiado, no sabía diferenciar muy bien cuando la gente iba de buenas de verdad o no. Ahora que no tengo esa losa en mis relaciones me es mucho más fácil abrirme, pero aún así sigo yendo poco a poco.
Burakki-Destruction escribió:Yo nunca llegué a sufrirlo, pero sí que he sido de esos que he visto a gente que lo sufría y pasaba de hacer nada, por la simple razón de que yo siempre he pensado que no hay que ser más papista que el papa. No merece la pena lanzarse a defender a nadie que no quiere hacer nada por sí mismo.
lucian_rygar escribió:Como el caso del compañero autor del hilo, sufrí acoso escolar desde la misma guardería, y me acompañó hasta los veinte años. El motivo principal fué ser gordo, y me hicieron casi de todo, desde robarme la libreta y el estuche -cuando me quejaba a la profesora o arremetía contra ellos el castigado era yo-, hasta obligarme a comer cosas del suelo, pegarme o dejarme encerrado en los baños.
Los primeros años, los peores, tuvieron el agravante de que el profesorado lejos de tan siquiera ser neutral, me señalaban como el verdadero culpable, y como además era nulo estudiando, los castigos eran de tipo excluyente.. recuerdo que en cuarto de EGB estuve sólo durante dos meses en una clase que utilizaban como despacho.
Casi podría escribir un libro si tiro de memoria, pero resumiendo mi vivencia, podéis ver este testimonio del jugador de baloncesto Iñaki Zubizarreta, aunque no lo tuve tan cuesta arriba, coincide en un 70%.
https://www.youtube.com/watch?v=gODzdiZ4Gj8
Lo importante ahora es continuar trabajando para amortiguar esta lacra en lo posible, dentro de las posibilidades de cada persona/familia antes, hace 30 o mas años, no existía conciencia social ni educativa de la dimensión del problema, eran cosas de crios, punto, si se lo decías a tus padres te respondian 'mételes un puñetazo en un ojo y verás cómo te dejan en paz', si traías malas notas no podías justificarte con que en clase te hacían la vida a cuadros, hoy por fortuna es muy distinto.
lucian_rygar escribió:Como el caso del compañero autor del hilo, sufrí acoso escolar desde la misma guardería, y me acompañó hasta los veinte años. El motivo principal fué ser gordo, y me hicieron casi de todo, desde robarme la libreta y el estuche -cuando me quejaba a la profesora o arremetía contra ellos el castigado era yo-, hasta obligarme a comer cosas del suelo, pegarme o dejarme encerrado en los baños.
Los primeros años, los peores, tuvieron el agravante de que el profesorado lejos de tan siquiera ser neutral, me señalaban como el verdadero culpable, y como además era nulo estudiando, los castigos eran de tipo excluyente.. recuerdo que en cuarto de EGB estuve sólo durante dos meses en una clase que utilizaban como despacho.
akualung
Estuve como dos años yendo con navaja por la calle en plan "si me cruzo con él, va a ser o él o yo". Eso sería con unos 14 años más o menos. Por suerte, no me lo volví a cruzar.
En fin... movidas.
Biersi escribió:Yo no he sufrido acoso, ni recuerdo que en mi entorno, durante la infancia lo sufriera ninguno de mis compañeros, recuerdo días mejores y peores en clase, nada que me quedara grabado como grave, pero lo leído en este hilo da mucho que pensar.
Está claro que durante esos años es cuando se va forjando la personalidad de la gente, las personas que han sufrido acoso, han tirado por la violencia o por la introversión, y eso es algo que en muchos casos te acompaña el resto de tu vida, me da rabia que las carreras relacionadas con la enseñanza se tachen de "la salida fácil" y estén tan poco valoradas, es tan importante la educación...
Tengo una amiga que me contaba que a su hijo,(en primaria), una profesora lo "menospreciaba" continuamente, si no sabía hacer un ejercicio y le preguntaba decía que era tonto, también lo avergonzaba frente a los compañeros... ella habló tanto con la profesora como con el director del centro pero no consiguió gran cosa, y durante ese curso el niño tuvo que "sufrir" a esa profesora. Mi amiga me contaba que día a día veía como su hijo se volvía más tímido e inseguro, con una sensación de impotencia...
Si le preguntas a la profesora, igual te dice que "lo hacía para sacarlo del cascarón", que tiene que prepararse para la vida... igual hasta lo hacía deliberadamente con buena intención, pero ni el niño ni sus padres lo ven así.
Por eso pienso que la preparación de los educadores es tan importante, sin un mínimo de empatía y psicología no se debería poder acceder a desempeñar esos puestos, realmente están ayudando a definir el futuro de los niños que tienen a su cargo., y no solo tienen que saber tratar y dirigir a los chavales individualmente, tienen que saber detectar esos problemas y cortarlos de raíz, y a la vez tienen que saber impartir su asignatura de forma que les llegue, lo dicho, lo veo complicadísimo.
Yo no tengo hijos, pero de tenerlos, creo que buscar un colegio para ellos sería una auténtica pesadilla.