Algunas de las personas que recurren habitualmente a videntes y tarotistas tienen unas características similares: hombre o mujer de la edad que sea... pueden ser 20, 30, 40, 50... Solter@. Sin estudios. Sin trabajo o con trabajos informales. Esta persona va al tarotista/vidente a preguntar:
- ¿Cuándo aparecerá el amor de mi vida?
- ¿Cuándo encontraré un empleo bueno?
Como esta persona ni busca trabajo, ni busca pareja, ni nada, sino que va de su casa al vidente una vez a la semana, o una vez al mes, no hace falta ser tarotista ni vidente para entender que no va a ocurrir nada de interés en su vida, porque todo va a seguir igual.
Así que para concluir, antes de ir a ningún vidente, habría que ser sincer@ con un@ mism@ y meditar sobre si se está haciendo algo para lograr los objetivos que un@ mism@ se ha propuesto, o no.