El discurso de este hombre y sus subalternos es siempre el mismo: Lo lógico es que nos paguen y nosotros cobremos, que nos paguen y nosotros cobremos, que nos paguen y nosotros cobremos, que nos paguen y nosotros cobremos, que nos paguen y nosotros cobremos, que nos paguen y nosotros cobremos, que nos paguen y nosotros cobremos, que nos paguen y nosotros cobremos, que nos paguen y nosotros cobremos, que nos paguen y nosotros cobremos, que nos paguen y nosotros cobremos, que nos paguen y nosotros cobremos, que nos paguen y nosotros cobremos, que nos paguen y nosotros cobremos, que nos paguen y nosotros cobremos, que nos paguen y nosotros cobremos, que nos paguen y nosotros cobremos, ...
Y así ad infinitum.