No es fácil rentabilizar una aplicación de mensajería sin introducir publicidad ni minar los datos de los usuarios. Eso lo sabe bien Facebook, cuyos
problemas con WhatsApp son de dominio público, pero también Telegram, a pesar de que oficialmente no se declara como una empresa con ánimo de lucro. La aplicación anunció hace alrededor de dos años el desarrollo de una plataforma de
blockchain de nueva generación con la que se integraría totalmente, solo para encontrar numerosos obstáculos en el camino. Finalmente, las dificultades legales han sido tales que la tecnología ha sido abandonada junto a su nonata criptodivisa, conocida como Gram.
Según ha
anunciado el fundador de Telegram, Pavel Durov, Telegram ha cesado su participación activa en TON (Telegram Open Network) y con ello en Gram. "Puede que veas o que ya hayas visto sitios que utilizan mi nombre o la marca de Telegram o la abreviatura TON para promocionar sus proyectos. No les confíes tu dinero o datos", ha declarado Durov.
Los problemas de Telegram con TON se remontan al pasado mes de octubre, cuando la Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos (SEC) ordenó paralizar las ventas de la criptodivisa tras no registrar una primera venta de 1.700 millones de dólares en
tokens anterior al lanzamiento oficial de la red. Esto resultó en la cancelación de su oferta inicial (ICO) y terminó por desembocar en la posible apertura de diligencias contra casas de valores que vendieron criptodivisas no registradas.
La situación generó una enorme incertidumbre entre los inversores iniciales en Gram, pero también en interesados que aún no habían participado en el prelanzamiento. Una serie de reveses administrativos resultaron en la prohibición de Gram no solo en Estados Unidos, sino también en su bloqueo internacional de facto, puesto que pocas casas de intercambio querrían arriesgarse a hacer negocios en Estados Unidos y enfrentarse a acusaciones por distribuir
tokens no registrados.
Durov responsabiliza a la justicia estadounidense y afirma que vivimos "en un círculo vicioso: no puedes dar un mayor equilibrio a un mundo extremadamente centralizado precisamente porque está muy centralizado". "Esta batalla puede que sea la más importante de nuestra generación", señala Durov en referencia a otros proyectos de criptodivisas que buscan "descentralización, equilibrio e igualdad", terminando por desearles éxito donde Telegram ha fracasado.
La cancelación de TON y Gram son solo una muestra más de las enormes dificultades que entraña el lanzamiento de lo que en algunos aspectos supone un sistema financiero paralelo al actual. Facebook ya lo vivió en sus propias carnes con
Libra, un intento que acercar las operaciones con criptodivisas a cualquier persona y que se ha quedado en uno de los mayores
bluffs recientes
tras la espantada de sus principales socios. Mientras tanto, otras ya establecidas como Bitcoin siguen siendo impredecibles, como demostró un
tercer halving que, en contra de muchos pronósticos no ha tenido especial repercusión.
Fuente: Telegram