Depende de la situación... está claro que no es lo más adecuado hablar de enfermedades o defectos físicos evidentes en la otra persona, pero resulta aun más traumático el intentar evadir totalmente ese tema, porque se genera una situación muy tensa... Yo, por cuestiones de estudios y porque estoy en un programa de apoyo a personas con discapacidad (auditiva, visual, psiquica...) y tengo muchos amigos sordos (yo soy oyente), pues siempre he considerado que es un tema a tratar con la mayor normalidad del mundo, de hecho yo siempre soy muy curioso en ese aspecto, suelo interesarme mucho por esos "problemas" y normalmente mucha gente con la que trato me lo agradece, porque trato con naturalidad un tema que para muchos puede ser algo tabú por miedo a herir.
En cuanto a religión y política... también es como te lo tomes, a mi son temas que me apasionan y suelo discutir bastante respecto a ello, pero claro, cuando te encuentras a una persona con dos dedos de frente puedes tener una conversación interesante, con los que se ponen cavernícolas... mejor evitar el tema.
Un saludete!