Buenas :
Me he hecho un clon para poder exponer este tema. Resulta que desde hace unos meses voy a terapia. Bueno, pues resulta que ayer sábado me llama un número desconocido y me pregunta si no echo en falta una carpeta negra. Yo, que no tenia ni idea, le digo que no sé de que me habla. Él me dice si yo no soy Fulanito de tal y que si no he escrito unas cosas sobre esto y aquello.
Ahí me saltó la alarma y dije que eso eran ejercicios que me pedía mi terapeuta. Ahí el me dice que es un conductor de bus de línea urbana y que esa carpeta la habían dejado en cocheras la noche anterior, que se la habían encontrado en un bus. Él me dice que lo hace como un favor, ya que hay cosas sensibles, además del documento de protección de datos que tuve que firmarle a la terapeuta meses atrás al empezar la terapia. Tócate los cojones y baila. Encima, todo lo que yo había escrito lo podía reaccionar cualquiera con mi nombre, apellidos, dirección, móvil, e-mail...una total violacion de la intimidad. Además de mi dossier, estaba el de otro paciente, pero este únicamente con la conformidad de protección de datos firmada, sus datos y fichas en blanco.
Quedé con el conductor durante su ruta y me devolvió la carpeta en una parada.
Me puse en contacto con la terapeuta y le pregunté si no echaba nada en falta y le mandé una foto de la carpeta. Cuando me llamó al rato me dice que no sabe que es esa carpeta y le explico. Ahí ella se puso "profesional"/tensa y me dijo que no sabía cómo se había podido perder eso y que no hay problema. Yo le explico que no me siento a gusto que mis escritos personales hayan estado dando vueltas por la ciudad a la vista de gente y menos con mis datos personales.
Ella me dice que jamás le ha ocurrido algo así y que si se filtraba algo sería culpa de la empresa de trsnportes. Yo le digo que ahí está equivocada, ya que debería ser ella la que guardase con cuidado esos datos. Entonces ella me dice que el centro no permite guardarlos, que tendrían cientos de carpetas, y que debe ir arriba y abajo con ellos, cosa que me parece algo del siglo pasado.
Le digo también, que si eso es así, debería llevar la carpeta con una identificación del centro, su teléfono y dirección por si se extravia, y así no llamar a pacientes. Dice que es una buena idea y que lo propondría al centro. Aún así ella intenta quietar hierro al asunto y volvía a decir que la empresa de transporte tendría problemas si se filtraba algo de esa información.
Viendo que era un bucle, y que le dije que por lo menos podía haberse disculpado y haber mostrado más empatia ante el malestar que me generó su despiste y que no íbamos a salir de ese circule decidí cortar la conversación y que ya la llamaría.
Más tarde, a la noche, recibí vía mail la disculpa que esperaba en la llamada. En esa disculpa escribía que no entendía cómo podía haber sucedido algo así y que si no quería continuar terapia con ella lo entendería. Que entendía mi incomodidad, pero que no cree que nadie quisiera hacer nada con esos datos. Aún seguí quitando importancia a esos datos extraviados.
Evidentemente que la terapia no la voy a continuar con ella, una situación así crea una desconfianza e incomodidad entre ambas partes. Ahora, lo que no sé es si abrir una disputa en la agencia de protección de datos, poner una queja al colegio de psicólogos, ponerle una demanda, o dejar todo así.
Gracias por leerme y perdón por el tocho.