En su día, uno de los motivos por lo que quería comprar la MegaCd, era precisamente ese juego. Por motivos obvios (cuanto tenía dinero siempre terminaba comprándome un juego para MD, por lo que nunca pude ahorrar para poder comprar ni la consola ni el juego), el deseo se quedó, como otros tantos, en el limbo.
Cuando hace un par de años pude jugarlo en el emulador... sencillamente y puramente, me pareció brutal. Fue empezar a jugar mientras sonaba esa increíble banda sonora que gasta y entrar directamente en la lista de esos juegos que tomas como referencia de un sistema. Y de hecho, me parece uno de los mejores ejemplos de cómo deberían de haber sido, no sólo éste, sino todos los juegos para MegaCD en comparación con los de MD. Es decir, aprovechar lo que el soporte daba para mejorar en lo posible las limitaciones de MD.