George Hotz, más conocido por su nombre de guerra
Geohot, es una auténtica y antigua personalidad de la
scene que por un motivo u otro se resiste a dejar de ser noticia. Más conocido por estos pagos por su papel en el
hackeo de la PlayStation 3 (que culminó con una sonora demanda por parte de Sony) y anteriormente del iPhone, Hotz ha pasado por los
departamentos de seguridad de Facebook y Google mientras seguía con todo tipo de proyectos personales. El último de ellos es
comma.ai, una
start-up que busca automatizar la conducción de vehículos tradicionales utilizando una mezcla de kits robóticos e inteligencia artificial que le ha llevado a buscarse ciertos problemas con Tesla.
Según señala el sitio especializado en movilidad eléctrica
Electrek, tras experimentar con varios modelos de Honda y Acura, Hotz realizó la reserva de un
Tesla Model S 60 con la versión 2.0 del sistema
Autopilot. En un principio el
hacker hubiera tenido que recoger las llaves de su nuevo coche (por el que ya había pagado la señal correspondiente) el pasado jueves, pero el fabricante retrasó la entrega del vehículo hasta que su departamento legal pudiera tener unas palabras con Hotz. El resultado de dicha conversación acabó con la cancelación del pedido.
Reportaje de Bloomberg sobre comma.ai y George Hotz. El propósito de Hotz era hacer compatible el software de conducción automatizada
Open Pilot (desarrollado por comma.ai) con el hardware Autopilot de Tesla, de forma que fuera posible, en teoría, utilizar una u otra tecnología a bordo del Model S. Según señala Electrek, los abogados de Tesla se pusieron en contacto con Hotz para recordarle "que el robo de propiedad intelectual es ilegal". No está claro qué clase de modificaciones pretendía hacer Hotz, pero tras hablar con los abogados de comma.ai Hotz cree que su
hackeo no hubiera quebrantado la ley. Sea como fuere, Hotz prefirió curarse en salud.
Se da la circunstancia de que la relación entre Hotz y Tesla no es precisamente nueva (ni buena).
Hace tiempo la compañía dirigida por Elon Musk le ofreció un puesto en su equipo de desarrollo junto a
"un bonus multimillonario" para crear un sistema de conducción automatizada mejor que el desplegado inicialmente con el hardware creado por Mobileye (que a su vez fue sustituido con el lanzamiento de Autopilot 2.0), un hecho que ha sabido explotar Hotz para atraer la atención de los inversores sobre su propia
start-up. Desde entonces Musk ha tratado de minimizar las declaraciones de Hotz sobre los logros de comma.ai,
declarando que cree "extremadamente improbable que una sola persona o incluso una pequeña compañía" sin la competencia técnica necesaria pueda crear una tecnología utilizable en vehículos de producción.
Hotz quería hackear el Model S para integrar su propia plataforma de conducción autónoma, que utiliza un teléfono OnePlus 3. Por su parte, comma.ai ya ha tenido ya algún desencuentro con las autoridades estadoundienses. El pasado mes de octubre Hotz canceló su proyecto inicial para comercializar un kit de conducción automática instalable después de que la Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en las Carreteras solicitara información técnica al respecto,
cambiando sustancialmente su modelo de negocio. Actualmente comma.ai está centrada en la creación del software gratuito Open Pilot y la plataforma robótica
Neo (que solo funciona con el teléfono
OnePlus 3), con el propósito de ganar dinero algún día explotando de alguna forma la red utilizada por los vehículos que integren estas tecnologías.
Fuente: Electrek