@hellionz En la Steam deck en si lo que puedes hacer es capar a frecuencias que no suelen estar disponibles en los juegos y cambiar refresco de pantalla (40Hz|40 fps) por ejemplo, luego el tdp y la GPU si el juego lo gestiona bien no es necesario tocarlo, puede incluso ser contraproducente en algún caso.
El tdp limita el trabajo de la CPU, al bajarlo en algunos casos consigues que se distribuya mejor el trabajo entre los núcleos, realmente pones un límite y el juego sigue gestionando los núcleos por debajo del límite. Hay algún juego que ya mantiene el tdp bajo de por sí pero en algún momento puede necesitar más chicha de la que le permites, todo es probar.
La GPU en general yo solo recomiendo tocarla si el juego la gestiona mal y en emuladores. En varios emuladores se suele mantener baja con lo que tiran más de CPU, fijandola a un límite alto mejoras el rendimiento. En juegos conviene si el juego la mantiene siempre en un rango similar y anda al 90 y pico por ciento, en esos casos pone el rango de GPU muy justo y pueden producirse tirones porque no lo sube a tiempo, fijando la gpu 100-200Mhz por encima los evitas.
Luego el FSR también lo activas en gamescope salvo que el juego lo tenga nativo, es interesante porque es una técnica de escalado que da muy buen resultado, cuando lo activas tienes el sharpen que es un filtro de afilado de bordes, en juegos con gráficos con colores planos como los tipo anime los valores altos dan muy buen resultado, en otros es cosa de probar.
Por lo demás el rendimiento será combinación de los ajustes del juego, resolución y fps objetivo, por lo que, aunque FSR y el poder fijar los fps a cualquier valor ayudan en el rendimiento, no siempre vas a poder ejecutar los juegos al máximo de forma satisfactoria, sigue estando por debajo de GPUs de escritorio con varios años, según mi experiencia.