@Iryuzan Esos fueron los tiempos de cuando me quedaba entre semana en casa de mi primo a dormir (1990-1992) porque íbamos al mismo colegio que estaba enfrente, y fundíamos su NES en partidas clandestinas nocturnas cuando mis tíos/sus padres se iban a dormir. Era un piso muy grande, de unos 300 metros, y la habitación donde nosotros dormíamos estaba en la mitad del camino entre la de ellos y la salita donde estaba la consola, por lo que el «plan» por las noches era que nos acostaban a las 23:00 horas, ellos a las 00:00 normalmente, así que esperábamos una hora más hasta que se dormían; recuerdo que nos turnábamos para acercarnos en la oscuridad del pasillo a escuchar si roncaban ya xD, en plan Metal Gear:
Cuando estábamos seguros de que dormían íbamos raudos hasta la salita situada en el extremo opuesto de la casa, con una sonrisa de oreja a oreja para entregarnos al vicio, con la puerta cerrada podíamos hasta subir un poquito el volumen y todo de lo aislada que estaba:
Nos podían dar las 5 de la mañana jugando aún teniendo que madrugar para ir al colegio.
¿Los culpables?
Super Mario Bros, Super Mario Bros 3, y
Castlevania III: Dracula's Curse, que era un cartucho americano y teníamos que jugarlo con adaptador. Este último título fué el culpable de que mi primo y yo nos volviésemos unos super-players de la franquicia sin buscarlo, ¡¡¡ya que éramos tan idiotas que no sabíamos para qué servían los passwords xDD!!!. Por lo tanto
TODAS las noches volvíamos a empezar como gañanes ese juego de dificultad infernal en los últimos tramos desde EL PRINCIPIO, así durante la primavera, verano, otoño, e invierno; y claro al cabo de un año nos lo habíamos masterizado en plan PRO acabándolo con todos los personajes secundarios, y sin nosotros saberlo con 9-10 años habíamos adquirido unos reflejos y un nivel de juego casi de «TAS tool player» xDD
Claro, así pasó, que en el colegio nos acabaron dejando el primer Castlevania:
Y nos duró 5 días hasta que le partimos los piños a Drácula, y la última partida sin continuar y perdiendo sólo una vida en el último tramo de las medusas. Luego en el colegio nadie nos creía, porque la inmensa mayoría no se lo había pasado nunca
Un par de años más tarde, ya en soledad con mi SNES, mi madre me alquiló este juego:
El cual me pasé en UNA NOCHE. La verdad es que al margen de mi inesperada habilidad este juego es un paseo... y creo que es el Castlevania preferido de mucha gente porque estaba tan casualizado que fué el primero que lograron acabarse en sus vidas
Pero eso ya es otra historia.
En cualquier caso Castlevania III: Dracula's Curse fué una especie de «entrenamiento tortuga» que nos curtió a mi primo y a mí para la siguiente generación.