Vaya por delante que esta cuenta es clon y creada exclusivamente para esto. Francamente es un tema que me da corte decir si no es por el anonimato.
Leer sentados, aquí viene el ladrillo.
Siempre he sido una persona que le da muchisimas vueltas en la cabeza a todo, como si intentase descifrar un rompecabezas de cada asunto. Muchas veces la conclusión llega demasiado tarde.
Bueno pues, hace cosa de un año me quedé sin trabajo porque me despidieron y cerraron la empresa, pero fue de malas maneras y terminamos de juicios porque se declararon insolventes.
Con mi grupo de amigos habitual me llevo bien en general, lo que pasa es no me va nada el rollo super tranquilo que llevan ya. De esto de salir a las 10 a cenar, un par de cervezas y para casa. Aparte que son muchos años y los temas de conversación son un poco repetitivos ya.
En casa, afortunadamente, no hay ningún problema salvo las cosas cotidianas de todo el mundo.
Viendo que no encontraba nada de curro y que necesitaba un cambio de aires, decidí meterme a estudiar un grado superior por no andar perdiendo el tiempo, y la verdad es que me vino muy bien para centrarme en algo que me interesase. En el curso (está a punto de acabar) he conocido gente estupenda y me he divertido mucho.
¿Qué bien, no? tranquilos, ahora viene el cogollo.
En diciembre todo va de PM en el curso, saco buenas notas, me ilusiona lo que hago, tengo otro grupo de amigos con el que alternar para no salir siempre con el habitual y comienzo a salir con una compañera de clase que me gustaba mucho desde el principio. Además va saliendo el tema del juicio y todo apunta a que me van a pagar lo mio. Fin de año cojonudo, no podía pedir más.
Llega el regreso a la rutina y todo ok, van pasando los días y llega el juicio: lo gano pero no me pagan un duro porque pasa al fogasa (que pagan taaaaaaaaaaaarde que te cagas). En el grupo de clase comienzan las deserciones por gente que se quita o se pira a currar, además tenemos bajas de profesores por accidentes leves y también comienzan a apretarnos las tuercas con las materias. Todo esto junto va creando un ambiente de malestar general. Nuestras notas se resienten, nuestro interés por el curso también.
Por las mismas fechas comienzo a tener movidas con mi hermano en casa por temas que no tienen nada que ver con todo esto.
El grupo de amigos de clase, aunque me llevo bien y tal, ya no salgo con ellos porque su rollo es totalmente opuesto al otro: fiesta a tope. Llamarme quejica, prefiero un término medio.
Para guinda del pastel, la cosa con la compañera no funciona y terminamos de mala manera nada más comenzar febrero. Ella directamente se pone a trabajar y desaparece del curso.
Después de tantas cosas juntas en tan poco espacio de tiempo, me quedo como en shock unos días, incapaz de digerir tantas malas noticias de golpe y ahora, después de bastante tiempo y con el final del curso a la vuelta de la esquina, me siento totalmente perdido: ya no me entusiasma nada. Ni el curso, ni salir con uno u otro grupo de amigos, ni los videojuegos o el dibujar (mis dos aficiones principales), ni tomar algo por ahí, ni hacer deporte, ver pelis, ni volver a buscar curro para estar ocupado este verano... nada de nada, es como si todo me importase una mierda, como si el destino (karma, vida, cosmos, llamarlo como os de la gana) me hubiese puesto un caramelo en los labios y luego me lo hubiese quitado.
Siento rabia hacia mi mismo e impotencia ante todo lo que sucede a mi alrededor, no consigo ver con claridad para donde tirar.
Si has leido hasta aquí, gracias por hacerlo. Necesitaba soltar todo esto.