Cuando vivía en mi pueblo y trabajaba en la tienducha de ordenadores en la cual el Hobbit cabrón de mi compañero se escaqueaba para beber birras y al cual el jefe lo tenía en un pedestal, curraba todos los sábados por la mañana (incluso por la tarde en algunas temporadas) y también me comí algún que otro domingo y algún que otro dia de fiesta. Y los sábados que curraba eran 4 horas que le "regalaba" a la empresa, ya que mi contrato era de 40 horas semanales y, contando las del sábado, hacía 44 que, por supuesto no me pagaban.
En la actualidad trabajo alternativamente los sábados por la mañana, es decir, que nos turnamos mi compañero y yo para currar cada sábado uno. Y no hago horas de más, es decir, hago las horas que me dice el contrato porque ajustamos los horarios para la ocasión. Y lo mejor es que trabajo 39 horas a la semana teniendo contrato de 40. Había que verle la cara a mi anterior jefe cuando me preguntó como me iba laboralmente hablando... sudaba un poco el hombre cuando le respondí.