El padre de un amigo mío era crupier y era un padre perfectamente normal. Un amigo de mi hermano también y es un tío de lo mas sano, que sale con la bici todos los fines de semana.
Cuando era pequeño, allá por los años 70, vinieron a vivir a mi escalera dos matrimonios argentinos cuyo trabajo era enseñar a los nuevos crupieres que iban a trabajar en el casino monte picayo (al lado de mi pueblo), y uno de esos era el padre de mi amigo.
Así que a lo tonto, he conocido a bastantes crupieres. Todos ellos estupendas personas y a las que en absoluto se les nota su profesión.
Por lo que me ha comentado el amigo de mi hermano, a un crupier se le enseña a jugar como un autómata y ganan (o ganaban) bastante de propinas.
Suerte.