En la literatura (e incluso las "noveluchas de género" como la fantasía epíca) no se usa un lenguaje literal, sino que se "habla" siempre en forma figurada e intencionada. Las palabras no se eligen por su significado común, sino por el efecto que tienen en quien las va a leer. Y eso solo en cuanto a nivel de oración, que luego la cosa adquiere más complejidad aún en cuanto a la función de los distintos párrafos con los que se van construyendo las escenas. Dicho a lo bruto, el verdadero trabajo que contiene una novela no está a la vista, es subliminal (pasa desapercibido, si el escritor no es un chapucero).
Todo ese trabajo es INTRADUCIBLE MECÁNICAMENTE... cambiando una palabra inglesa por lo que diga un diccionario que es su "equivalente" española, en el mejor de los casos (una de cada cuatro veces) consigues alguna que otra frase que tenga sentido. Pero, desde luego, dicho "sentido traducido" tiene poco o nada que ver con la intención de la narración.
Es como si, por ejemplo, le das un libro a leer a un retrasado mental... leer lee, pero no sabe lo que lee, y quienes le escuchan han de esforzarse en hacer una exégesis. U otro ejemplo (por no abusar del retrasado) cuando ponen a los escolares a leer en alto alguna POESÍA... pues malamente salen del brete, pronunciando las frases pero sin saber entonarlas, al no saber de que trata ni entiender la intención de cada giro, lo más que pueden hacer es pronunciar "afectadamente" (como si fuera algo importante). Pues bien todo "eso" que se escapa, el componente subjetivo (el efecto subliminal) es de lo que SIEMPRE carecerá una traducción mecánica. Las cuales, en el mejor de los casos, solo pueden aspirar a ser "gramaticalmente correctas", cosa que puede valer para traducir las etiquetas de una pagina web, o las instrucciones del "manual de una lavadora" pero no para literatura, e incluso tampoco para el habla común (repleta de exageraciones y "frases hechas", sin sentido literal).
Los programas traductores... aunque parezcan ser una solución, no lo son. Pueden valer cuando se usan en textos enunciativos (manuales y ensayos), pero fracasan en la literatura, donde la subjetividad lo es todo. Si los usas, NO ESTARÁS LEYENDO de verdad, pasarás todo el tiempo haciendo EXÉGESIS, interpretando "más o menos lo que se supone que dice". Y ese distanciamiento te impide "meterte" en la narración. Es un esfuerzo que rinde muy poco: solo obtienes el "guión general" de una historia. Y, para eso, es más cómodo leerse los RESÚMENES que haya hecho algún fan lector...
EJEMPLOPara cualquier novela sin traducir mi recomendación (y la de muchisima más gente) es LEERLA DIRECTAMENTE EN INGLES. Sin más asistencia que un diccionario (de mano, u on-line) para consultar alguna palabra. Cierto que el primer libro resulta difícil, puesto que el inglés de la escuela suele estar oxidado. Pero es un esfuerzo que compensa: el segundo libro ya será más fácil, y en el tercero o cuarto se alcanza una "velocidad de crucero" normal. Por eso lo ideal es comenzar leyendo algo que guste, así el entusiasmo aligera el esfuerzo.