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Unas secuencias colgadas en Google Video de unos jóvenes de Turín maltratando a un chaval con síndrome de Down han costado una condena de seis meses de cárcel a tres dirigentes de la compañía. Un tribunal de Milán los ha condenado por violación de la intimidad, mientras que ha desestimado la acusación por difamación. No tendrán que ir a la cárcel según la legislación italiana.
Los condenados son David Carl Drummon, ex presidente del Consejo de Administración de Google Italia y actual vicepresidente senior, George Reyes, ex miembro del Consejo de Administración de Google Italia y actualmente jubilado, y Peter Fleitcher, responsable para las estrategias de privacidad en Europa de Google.
El dirigente absuelto fue Arvind Desikan, responsable del proyecto Google Video para Europa, a quien se le acusaba sólo de difamación. El juez tampoco concedió el resarcimiento que habían pedido las partes civiles, el Ayuntamiento de Milán y la asociación de personas con el síndrome de down 'Vividown'.
La historia arranca en 2006, cuando tres muchachos agredieron a otro con con el síndrome de Down, y uno de ellos colgó el vídeo en la versión italiana de Google Vídeos el 8 de septiembre de ese año. La compañía recibió quejas sobre el mismo los días 6 y 7 de noviembre, y lo eliminó ese último día.
La asociación 'Vividown' presentó en la denuncia, que incluía las frases que insultaban a los niños enfermos en una escuela de Turín.
La Justicia italiana presentó cargos contra cuatro ejecutivos de Google en 2008.
'Permitieron su publicación'
El fiscal sostenía que al permitir la publicación del clip, de 191 segundos de duración, los ejecutivos de Google infringieron el Código Penal italiano, por lo que les acusaba de los delitos de difamación y violación de la intimidad.
La petición inicial de la Fiscalía era de penas de entre seis meses y un año de cárcel.
Este fallo se produce cuando el Gobierno de Italia trata de imponer restricciones a las páginas en las que se incite al odio en redes sociales y sitios de vídeo como YouTube, propiedad de Google.
Además, precisamente YouTube está enfrascada en una batalla legal con Mediaset, controlada por el primer ministro italiano, Silvio Berlusconi. La cadena de televisión privada más grande de Italia exige 500 millones de euros en daños y perjuicios de YouTube por infracción de derechos de autor.
Google ya ha reaccionado a esta sentencia. En un comunicado citado en el Corriere della Sera, la compañía afirma que se trata de una decisión "soprendente que pone en cuestión los principios fundamentales de la libertad". "Nuestros empleados han sido condenados por el tribunal por los actos cometidos por terceros", afirma Google.