Recientemente me metí en el maravilloso mundo de las luces rojas de la 360. Las tres luces rojas efectivamente indican un funcionamiento incorrecto de la GPU, pero las dos luces rojas significan problemas de recalentamiento. Es un error que pasa pasados unos segundos cuando enciendes la consola quitando la carcasa que lleva el aire de los disipadores a los ventiladores. Tambien para (esta vez enseguida) cuando enciendes la consola con la GPU sin disipador. Cuando da este error, toda la consola deja de funcionar (se para todo).
Aprovechando este post quiero decir que he intentado solucionar el tema de las luces rojas con todos los métodos publicados para solucionarlos, y aunque en parte han solucionado el problema, no han sido definitivos. Despues de calentar la GPU con la pistola de aire, poner silicona térmica de calidad, poner el kit X-Clamp para quitar las X que sujetan los disipadores y la instalación de un ventilador delante del disipador de la CPU, si no tenía abierta la consola, en cuestion de 10 minutos, la consola se paraba y salían las dos luces rojas de las que habla este post. Después de mes y medio probando historias y ya pensando que la única solución era la refrigeración líquida se me ocurrió que si el problema real de todo es que siendo la GPU la que más se calienta y más refrigeracion necesita, es la que peor disipador tiene, a la vez de que al encontrarse justo debajo del DVD hace que no tenga casi ventilación, la única solución posible llevarle aire directamente para bajar la temperatura de este chip. ¿ Como ? En primer lugar cambié de sitio el ventilador añadido y lo puse en la tapa de la consola, justo con todas las perforaciones que le hice a esta. Con esto conseguí que entrara un buen caudal de aire externo por la consola, pero la idea era llevar ese aire al disipador de la GPU para que realmente pudiera evacuar calor. Hice una canalización con cartulina (si, lo sé ... suena cutre, pero va de cine) de forma parecida a como se hacían en el colegio las figuras geometricas que llegaba desde el ventilador añadido (el cual encerré para que todo el caudal de aire fuera por el canalito de cartulina) hasta justo delante del disipador de la GPU, bajo el DVD. Fué la solución definitiva. Llevo una semana metiendole caña a la maquinita y va de cine. Incluso me atrevería a decir que he podido rebajar la temperatura de la GPU de 7 a 10 grados. Ante esto dos sentimientos encontrados. El primero de satisfacción al recuperar la consola. El segundo de indignación ante todos los ingenieros de la compañía de Redmond. Con un puñado de soluciones chorras y un puñetero canalito de cartulina la temperatura de la 360 queda normalizada. Sigo probando para cerciorarme de que la solución es definitiva y, aunque no quiero decir que puede ser el final de los problemas del recalentamiento de la 360, para mi lo ha sido y espero que por medio de este post lo sea para alguno más.
Un saludo y espero que después de todo el discurso, haya a quien le sirva la solución.