Tú verás, niño de sol,
con las elecciones
turbias y escondidas
que te deparas tu mismo.
Nada esta escrito
y nada escribimos
ciegos de mente,
que no dementes,
que no es lo mismo.
Tú verás, niño de sol,
con la libertad que te doy,
aunque sea tuya:
Te ato a tus alas
de viento y escamas,
de hojas y lluvia.
Y desde esta sensatez
de crecer de tus pasos,
tú verás, niño de sol,
en tus ojos de azabache
que hunden las luciérnagas de los puertos,
como la oscura alta mar
en las esquinas de todos los horizontes,
que te amo desde mi libertad.
y es así como deseo que tú me ames.