Al margen de otras diferencias, voy a centrarme en las que hacen que el arcade sea un juego mucho más difícil que la versión doméstica:
-Tiene dificultad progresiva o rank, es decir, cada vez que pasamos un nivel sin que nos maten, la dificultad aumenta un nivel. De esta manera, el nivel 2 estaría en hard, y ya el nivel 3 en hardest, así hasta el final del juego si no perdemos ninguna vida. Si esto sucediera, el juego resetea su dificultad a la que estaba por defecto.
-Como consecuencia de lo anterior, el número de enemigos aumenta hasta cifras bastante considerables (10-12 a la vez). En la versión de Snes puede haber a lo sumo 4 masillas al mismo tiempo. Hay casos excepcionales como el de la imagen, en la que pueden aparecer más si se trata de enemigos más pequeños.
-En Snes se pueden hacer ciertos movimientos siempre que quieras, como el lanzamiento hacia la pantalla, o la llave que los tira de un lado a otro. En arcade salen de manera aleatoria. También es cierto que el ataque especial que se realiza con dos botones quita vida en Snes, mientras que en arcade no.
-Los enemigos pueden atacar fuera de scroll en arcade, modificar la trayectoria de salto en vertical (no recuerdo si en Snes podían hacerlo) y pueden golpearte al levantarte, sin que puedas hacer nada, ya que se les olvidó añadir unos frames de invulnerabilidad en esa situación.
-Por último y más importante, en la recreativa hay limitación de tiempo: 5 minutos por pantalla. Si tardas más, cae una bomba que te mata automáticamente. Se puede esquivar fácilmente pero hay que llevar control del tiempo con algún tipo de dispositivo.
El problema de la recreativa es que llega un punto en el que hay tanto enemigo, que lanzarse a por ellos es una muerte segura. En ese sentido, el juego de Super Nintendo da risa. Súmale que puedes hacer el movimiento de tirarlos contra el suelo cada vez que quieras, limpiando la pantalla fácilmente. Así que toca sacar los enemigos poco a poco, obligándote a jugar de manera cobarde y muy aburrida. Todo esto, siempre y cuando te interese acabar el juego con un crédito, que más allá del reto y la palmadita en la espalda de unos cuantos frikis, no tiene mayor importancia. Recuerdo que tenemos los emuladores y podemos echar partidas sueltas sin gastar dinero, que parece que ahora se valoran los arcades según de como sea de asequible acabarlos con una moneda.
A mí, las versiones de Snes y Megadrive me parecen tediosas y demasiado sencillas, lo cual todavía acentúa más las mecánicas tan repetitivas de los beat'em ups. El arcade es un desastre si se pretende acabar sin continuar, pero muy disfrutable para echar partidas sueltas sin mayor pretensión, que digo yo que es la finalidad de los juegos.