Un cigarro en el coche

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Me encendí el primer cigarro mientras la puerta del garaje luchaba chirriando por abrirse. Hacía muchísimo tiempo que no cogía el coche, al menos no de esta manera. Simplemente, la máquina y yo, sin ningún rumbo predefinido. ¿Que por qué lo hacía? Porque necesitaba pensar, nada más.

Los últimos meses habían sido sin lugar a dudas, bastante extraños. Desde el primer momento en el que la vi, hacía ya entonces un año, no me llamó especialmente la atención. Pero cuándo intercambié mis primeras palabras, unos simples, tímidos e inocentes saludos; y mis primeras sonrisas con ella, me di cuenta de que era la chica de mi vida.

Quizás es una afirmación algo pretenciosa y egoísta por mi parte. No lo puedo evitar. Siempre he sido así. Un caprichoso. Un consentido, me atrevería a decir. Nunca se me había negado nada. Por suerte, o por desgracia, ahora era tarde para ello.

Durante semanas seguí hablando con ella y para cuando me quise dar cuenta, no podía dejar de pensar en aquella chica que conocí de una de las formas más estúpidas posibles.

Y para cuando me quise volver a dar cuenta, ahí estaba ella, buscando el consuelo y no sé muy bien si un amigo en mí. Me sentía afortunado. ¿Debí estarlo? Ni yo lo sé. Desde entonces he visto salir y ponerse el sol más de cien veces, y aún no sé si me debí sentir afortunado. Quizás sí... o quizás no.

Seguimos hablando y despegó la ilusión. Hacia límites insospechados. Demasiado... y cuándo más alto se está, más grande es la caída. Desde entonces mantengo esa cara de estúpido con la que me dejó. Después de todo, sigo agonizando. Necesito poner fin a esto.

Salí por la rampa que da a la calle y giré a la derecha. En la rotonda tomé la tercera salida a la izquierda, descendí toda la avenida hasta encontrar el cruce. Volví a girar a la izquierda, esperé pacientemente que pasasen todos los vehículos... motos, coches, camiones... que iban al puerto. Al puerto que veía siempre que apartaba la mirada de sus ojos.

Quizás es ahí cuándo me debí haber dado cuenta de que no estaba bien lo que estaba haciendo. Agonizando, seguí hablando con ella, convencido de mis oportunidades. Aún esperaba el milagro.

Me incorporé a la carretera en dirección al puerto. Supongo que ya es triste que el puerto mate así la vida de la bahía. Pero me debió haber servido como advertencia. Cuándo apartaba la mirada de sus ojos marrones, no veía el más bonito atardecer. Creía que veía el más bonito atardecer... detrás de miles de grúas de metros de altura. Algo fallaba, ¿por qué no reaccioné?

Seguía agonizando. Me empezaba a faltar el aire.

Adelanté a un par de camiones de carga pesada y me metí rápidamente en la entrada al recinto portuario. Me adentré en él... buscaba un lugar tranquilo y apartado. El muelle de pescadores. Otra ironía más de la ciudad. Estaba prohibido pescar en todo el recinto y a aquél muelle lo llamaban “de los pescadores”. Tan irónico como lo que yo había sentido por aquella persona. Los pescadores seguían esperando una oportunidad para poder usar su muelle. Yo seguía esperando un milagro.

Reducí la velocidad. Había llegado. Una explanada desierta, tal y cómo esperaba. A mi izquierda, mar. A mi derecha, mar. Al final de la explanada, más mar.

Salí del coche. Vi el mar. No era el mar azul del que todos hablaban. Yo lo veía negro, como el cielo. La contaminación había llegado a mi corazón.

Me volví a sentar en el coche mientras apagaba el último cigarro, metía cuarta y aceleraba. Lo cierto es que nunca frené.


¿Cómo estoy? Con vergüenza. Este escrito no está a la altura. ¿Que qué ha pasado? No lo sé.

Pero he tenido pensamientos e ideas raras últimamente. Yo también estoy triste.
Dices que el texto no está a la altura, vale, le veo algunos fallitos pero son eso: fallitos. He leído algunas cosas tuyas que has colgado y siempre me han gustado.

Por lo último que dices... se va a pasar, siempre pasa. A veces pienso que nos tomamos demasiado en serio la vida, que no nos pasarían todas esas cosas por la cabeza si aprendiéramos a relativizar. Pero bueno, no se lo que te pasa así que no puedo hablar :)
Muchas gracias por la respuesta.

Sé que no debo, pero es que suelo escribir de madrugada y luego salen cosas que no quiero decir. He anotado ya ciertas incongruencias yo mismo, y bastantes errores que no he corregido, solo he señalado. Ahora que estoy despierto se ve todo de una manera distinta.

Y yo también estoy de acuerdo con que nos tomamos demasiado en serio la vida. Soy consciente de ello pero no lo puedo evitar.

Gracias y un saludo.
No pienses si está o no está a la altura, piensa que algunas veces la mejor manera de desahogarnos o plasmar lo que sentimos es a través de escritos que sirven para dar forma a esa serie de pensamientos "raros". Además, no está tan mal, redactado correctamente y transmitiendo sentimientos como la desesperanza, anhelo, agonía, tristeza que a veces aún sin saber porqué tenemos los humanos.

Por supuesto que no es para nada un consuelo pero todos estamos tristes en algún momento, no creo que nadie viva eternamente en los mundos de Yupi, de esta manera cuando luego tenemos los escasos momentos de felicidad que nos brinda la vida sabemos aprovecharlos y valorarlos aún más. No sé qué te pasa ni debo opinar más allá del texto solo te digo que tus palabras han plasmado muy bien algunos momentos con los que podemos sentirnos identificados, momentos en los que como tú bien dices la contaminación llega hasta nuestro corazón y lo que es peor, parece quedarse anclada eternamente, sin salida. Sin embargo, te diré que no merece la pena acelerar y no frenar, que esa contaminación curará algún día y el mar volverás a verlo azul :)

Un saludo!
Yo no lo veo tan mal: ¿dos errores de sintaxis? xD (Eso no es nadaaaa). Lo que si te agradecería es que no lo pongas como cita, que ya tengo la letra bastante pequeña de por sí.

Me alegro de que hayas dado el paso: ni gotas de lluvia, ni otras personificaciones inútiles, cuando quien necesita hablar eres TÚ.
Se le llama muelle de los pescadores porque antes era su muelle, y sí podían pescar...
Y no fumes, que es un acto asqueroso. Te lo dice alguien que siempre escribía con un cigarro entre los dedos, porque le parecía algo sexy e interesante. (Es que no veas lo bien que tragaba el humo).

Ánimo Kayru, ánimo.

PS: Veo que se me ha adelantado Estrella.
Muchas gracias por las respuestas.

DeFT, perdona, para la próxima creo que también haré cómo tú y empezaré a poner los escritos en un documento de Office, con una captura de la primera página. Por cierto, no puedo enviarte MP's...

De nuevo muchas gracias por las respuestas.
Angry Mod escribió:tl;dr.


Qué gracioso eres.

Pues si es muy largo y no te lo lees no sé para qué narices posteas.

Reportado.
Tranquilo que si sigue así no va a durar mucho.
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