“Así, un hater es, para empezar, una persona cobarde. Tú puedes hacer una crítica de cualquier cosa, que, en principio, debería ser constructiva, aunque sabemos que, por desgracia, no es así. Para el hater no existe la constructividad: él va más allá: critica y persigue desde la cobardía que implica tener una pantalla de por medio. Suele ser alguien altamente frustrado que, posiblemente tenga pocos intereses o cosas que hacer en su vida anodina (laboral, social, de pareja…). Esto se junta con una baja autoestima. Y mucho tiempo libre. Por eso puede estar tan pendiente de las redes sociales y de su víctima o víctimas”.