En las oficinas de Valve no se para ni un segundo a la hora de buscar propuestas creativas para controlar los videojuegos. Desde el
Steam Controller hasta las propias
Steam Machines, pasando por un departamento dedicado exclusivamente a la Realidad Virtual. Sin embargo, la última de los padres de Steam, viene de su ingeniero mecánico y eléctrico,
Ben Krasnow, que ha inventado un periférico controlado por la lengua y otro controlado por el sitio en donde la espalda pierde su nombre.
El prototipo de lo que Krasnow denomina "controlador de juegos basado en la postura", combina partes de una báscula común de baño, un
gamepad de Xbox 360 y un sensor de un ratón de bola. Una vez sentados encima del controlador, podemos realizar movimientos de translación y rotación inclinándonos o mirando hacia donde queramos, tal como lo haríamos con dos
sticks o teclado y ratón. Krasnow señala que este controlador funciona bien en entornos de Realidad Virtual.
El segundo prototipo de Krasnow permite controlar el ratón en la pantalla con nuestra lengua, gracias a un sensor pegado a una placa que encaja en el paladar. En este caso, el curioso controlador utiliza piezas de un viejo
trackball, pero ha sido necesario cambiar la luz del sensor de movimiento de roja a verde para mejorar el contraste con el color de la lengua del usuario.
El ingeniero reconoce abiertamente las limitaciones de sus "hacks" caseros, y solo los presenta como una prueba de concepto. En el caso del
joystick para el trasero, no es nada práctico realizar rotaciones de más de 180 grados, y para la demostración que se puede ver en el vídeo utiliza un ratón al uso para ángulos mayores . En el caso del ratón "lingual", el periférico no cuenta con la precisión necesaria para utilizar una interfaz con cursor convencional, pero Krasnow asegura que podría ser útil para movimientos de arrastre direccionales.
Dos propuestas radicalmente novedosas que bien podrían servir para el más vago de los
gamers. Pero de refinarse lo suficiente también podrían ser muy útiles para personas con discapacidad, entre otros muchos usos. Esperemos que Ben Krasnow no limite sus ideas a los dominios de Valve. Pero mientras tanto, ¿Dónde podríamos utilizar estos dispositivos?