Como dice coleco, el mayor problema de PGR2 es que se queda en tierra de nadie.
Ni tiene la espectacularidad en todos los sentidos de un buen arcade, ni está a la altura de lo que se le debe exigir a un buen simulador (como TOCA2, por ejemplo).
Quiere abarcar un abánico tan amplio de usuarios que se ha quedado a medio camino, aunque es lógico que haya gente que le guste (como todo en esta vida).
Para mí, uno de los juegos más sobrevalorados de todo el catálogo de Xbox.