Pip, pip.
Bajo un grado la temperatura del climatizador. No es que haga calor, se está bien, pero mi mujer y mi hijo podían tener calor, les está dando el sol por su lado y aún quedan unos trescientos kilómetros hasta la playa.
Miro hacia delante, al espejo. Joer, como va ese, cómo crece en mi retrovisor, ya llega, intermitente, adelantamiento, incorporación, vale; esa señal es la referencia, mil ciento uno, mil ciento dos... mil ciento tres... mil ... bien, se va alejando. ¿No se darán cuenta que se van jugando la vida a esa velocidad?, y no solo eso, ¿sabrán que ponen en juego la de los demás?, seguro que si, y les da lo mismo.
Bueno, si, vale; yo también corría así hace años, pero ahora es distinto, tengo una familia que cuidar. Je, je. Me acuerdo que antes este recorrido lo hacía en tres horas y media, je je, y me acuerdo cómo me regañó mi padre cuando llegué y se lo dije. ¡¡qué irresponsable era yo!!.
Mira, otro pirado... joer, y siempre tienen que ponérseme delante, mil ciento uno, mil ciento dos... ¿por qué si vienen por el carril izquierdo tienen que incorporarse tan cerca de mi coche?, que me dejen espacio, estos cabrones siempre me obligan a tocar el freno.
Mira mi mujer, duerme como una ceporra, je, je, ¡qué preciosidad!.
Otro pirado, vaya adelantamientos que va haciendo el desgraciado, mil ciento.... ¡joder!, vaya forma de entrar a la gasolinera.
Lo que mola es la sillita de viaje de mi hijo, parece un asiento del Apolo. ¡¡Que guapo va a ser, seguro que las traerá locas!!,
Vaya, parece que hay más tráfico ahí delante. 120 kilómetros por hora no está mal para una autopista, es lo suyo, pero bajaré un poco.
- Da... da..
- ¿Qué pasa hijo?
Je, mira como sonrie y señala hacia delante, je je. ¿qué pasa?, joder que peste a goma quemada. JODER.. están frenando...¡¡JODER!!, el de delante se ha dado con el anterior ... estoy pisando el freno a fondo, noto que pierdo adherencia, tengo el morro hundido sobre los amortiguadores delanteros, debemos parecer una cuña, el cinturón me presiona el pecho...
- ¿¡¡QUE PASA CARINO!!? -me grita mi mujer asustada.
No me daré con el de delante porque llevo la distancia de seguridad, quedan 40 metros, atravieso la humareda de las gomas del de delante, veo el humo de mis ruedas por el retrovisor, 10 metros, no me daré, no me daré, 5 metros.
- ¡¡¡SUJETATE QUE NOS CHOCAMOSS!!!...
No sé cómo murió Ayrton Senna.
¿Cómo murió?, ¿fue aquella tuerca que le atravesó el casco?, ¿fue la tremenda deceleración del golpe la que le mató?... ¿Pudo saber que se moría mientras lo hacía?, ¿o fue como estar y dejar de estar, sin más?.
Silencio.
- ¡¡AHORA OS SACAMOS!!, ¡¡NO HA PASADO NADA, TRANQUILOS!!.
Abro los ojos girando la cabeza hacia mi ventanilla, de donde vienen los gritos. Apenas los veo, debo tener sangre por los ojos, los siento pegajosos. ¿Qué es esto?, joder, el airbag.
- ¡¿Estás bien cariño? -me pregunta mi mujer.
- Si, si, tu también ¿verdad? -Ella está bien, incluso aún somnoliente. Se queja por el cinturón que la presiona el pecho, también ha saltado su airb... ¡¡MI HIJO!!.
Miro al retrovisor buscando a mi hijo.. ¿qué es esto?, en el lugar del espejo hay una matricula, ¡¡estamos empotrados en el coche que hemos embestido!!, el parabrisas ha desaparecido, sólo veo la parte de atrás de ese coche, mi cabeza está tan cerca de él, que estirando el cuello podría tocar la matrícula con la lengua. ¡¡Mi hijo!!, me giro en el asiento procurando no arañarme con el parachoques del otro coche...
Mírale, jaja se está riendo. ¡¡HIJOO!!... no puedo dejar de llorar de alegría. Señala hacia el retrovisor, bueno, hacia la matrícula que ocupa su sitio. "1006 BSM."
Jaja... no puedo dejar de reir mientras lloro por la matrícula, estamos bien, 1006 es hoy, diez de junio; BSM, Bé-Sa-Me, las lágrimas de alegría me limpian la sangre del pequeño corte de mi ceja. Hoy cumple un año mi hijo. Hoy hace 12 años que conocí a mi mujer. Y hoy hemos vuelto a nacer los tres.
- ¡¡Claro que te beso hijo!!. ¡¡OS QUIERO MUCHO!!.