Una conferencia rebelde pero muy respetuosa.
Quiero expresar en este espacio que generosamente se nos ofrece a los ciudadanos de a pie, dándonos una oportunidad para que nosotros también podamos opinar públicamente, mi más profundo y sincero agradecimiento como varón ante las valientes, certeras y bellísimas palabras pronunciadas en su día por Oscar Guasch, historiador, antropólogo y profesor titular de Sociología de la Universidad de Barcelona, en su discurso pronunciado dentro de las conferencias celebradas en esta misma ciudad en relación con el proyecto Mageeb, el cual tiene como objetivo mejorar las políticas de igualdad de género en la Unión Europea, y que he tenido la suerte de leer en los últimos días.
Para quien desee leer el texto íntegro se adjunta el siguiente link:
http://www.ucm.es/info/mageeq/documento ... %20BCN.pdfPara quien no tenga el tiempo o la posibilidad de hacerlo diremos resumiendo que, en unas conferencias de claro corte feminista, enfocadas a defender, redundar y exponer por enésima vez las bien conocidas directrices de los análisis y políticas de la cada vez más ginocéntrica y fraudulenta “igualdad” desarrollada por este movimiento social, minuciosa al máximo con la discriminación femenina e insensible ante las diferentes formas sociales e históricas de la discriminación masculina, Oscar Guasch se atrevió a decir delante de todas las asistentes de ideología feminista allí congregadas, siendo además el único varón ponente de estas charlas, lo que muchos hombres sentimos justo y no vemos reflejado en ningún discurso institucional o académico sobre la igualdad: A saber, que no ha sido precisamente siempre favorable el ser un hombre, que en muchos aspectos ha traído aparejado por rol considerables perjuicios, que se nos ha discriminado y dañado de muchos modos por serlo, que se está trasmitiendo a la sociedad una imagen negativa, recelosa y malintecionada de lo masculino, que la ausencia de la genuina voz de los hombres en el análisis del sexismo es una grave carencia y obstáculo de cara a su definitiva resolución, y que la actual lucha por la igualdad es tendenciosa e incompleta al desconsiderar la realidad que a los hombres nos ha tocado y nos toca vivir, invisibilizando y convirtiendo en tema tabú la mención de las desventajas de ser varón, de tal forma que así sólo se perpetúan sus nefastas consecuencias y el sufrimiento que de ellas se derivan.
Y esto para mí es un gesto de una nobleza, humanidad, honestidad y valentía que no tiene precio. Desde hace ya tiempo comparto este punto de vista y me complace muchísimo que Oscar Guasch se haya atrevido a romper una lanza a nuestro favor desde un medio académico de alto nivel, exponiendo estas ideas en los mismos foros en los que se supone deberían de buscárseles soluciones, es decir, el lugar más adecuado para su mención.
Aunque seguramente quienes allí estaban no comprendan lo muy acertado de su postura, ni entiendan lo real y necesario de su discurso, pudiendo incluso llegar a tacharlo injustamente de provocativo, o indignándose en los casos más reaccionarios por esta rompedora y decidida impugnación del dogma hembrista, Oscar Guasch está acertado en lo que dice y tarde o temprano se le reconocerá su mérito al ser uno de los primeros en atreverse a señalar caminos que mejoren, complementen y desarrollen la lucha por la igualdad hacía posturas más personales y universalistas, más matizadas y por lo tanto más inteligentes, basadas en el sentido común, antes que en la tozuda simplicidad del mensaje que por unilateral se acaba ahogando en su propia estrechez de miras y falta de permeabilidad a las críticas constructivas y más que justificadas.
En mi opinión su intervención, tan parecida a una isla solitaria en medio de la temática general, ha sido la más interesante y necesaria. Precisamente por novedosa pone de relieve lo aún no suficientemente considerado, y por lo tanto lo más urgente de entender, delatando una pauta clave para la mejora de las actuales políticas de género, que en su sentido más elemental, deben pensarse desde y para las mujeres y los hombres, sin los sesgos sexistas y arbitrariedades con los que se vienen desarrollando hasta la fecha.
Oscar Guasch con su avanzado, transgresor y oportuno discurso ha mejorado enormemente estas charlas, ya que por fin en una conferencia feminista se ha hablado de los problemas de todas y todos, y este enfoque si potencia el marco de pensamiento y social de la auténtica igualdad. Puede que quienes estaban allí no se hayan dado cuenta de esto, pero no importa. No hace falta que ni sus detractores ni sus partidarios le demos la razón. Sencillamente porque ya la tiene. Muchísimas gracias a Oscar Guasch por estar ahí sacándonos la cara a los hombres.