squall-ivan escribió:[...] Pero nadie me llega a importar como antes, que tengo que fingir a veces que me importan cosas que no, que me da igual lo que pase... siento que todo el mundo me da lo mismo aunque quizás yo importe a alguna de las personas de las que paso, algo así como que desde esas dos experiencias no me puedo fiar de nadie y por eso no me la juego con nadie...[...]
Es normal.
Somos inocentes y confiados hasta que sufrimos desengaños, y es normal ser así porque no hemos vivido lo contrario. ¿Por qué desconfiar de alguien si no sé lo que es que alguien me pueda hacer daño y/o traicionar? Hasta que sabemos qué es lo que es, y que puede venir de la persona que menos esperamos.
Lo tuyo aún está reciente, es normal que te hayas creado un muro a tu alrededor, a modo de caparazón, para que no te vuelvan a hacer daño. Ahora te sientes más vulnerable porque has sufrido algo por primera vez, pero con el tiempo se pasará.
Cuando vas a patinar sobre hielo la primera vez, te caes un montón de veces, poco a poco te vas cayendo menos, pero además aprendes a cómo caerte para hacerte menos daño. Eso mismo te pasará, sólo tienes que aprenderlo.
Estás en un punto donde has aprendido que la gente puede hacerte daño, pero no has aprendido cómo tratarles e implicarte emocional y sentimentalmente sabiendo eso. Aprenderás, aún sabiendo que esa persona te puede fallar, a implicarte y quererles. Y además, valorarás mucho más las personas que estén a tu lado, y las relaciones que puedas tener con otras personas donde el sentimiento sea mutuo.