"El hombre es el único animal que tropieza dos veces con la misma piedra"Intentaré contar el final, quizá a alguien le sirva de algo, quizá me sirva a mi en un futuro, lo que aquí escribí en su día me ha servido de bastante, por lo que igual a algún otro le puede ayudar a verse reflejado. Con esta historia entenderéis muy bien el fenómeno de las películas de miedo en el que dices "no vayas a la habitación de al lado que te van a matar" y el personaje va, y le matan...

En agosto del año pasado volvimos a juntarnos, esta vez ella tenía intenciones más "estables", decía que había cambiado de entonces a "ahora". Lo intentamos, los dos primeros meses fueron ideales, me llamaba varias veces al día, nos mandábamos mensajes constatemente, hablábamos horas por el MSN... en fin, podríais leer lo que sucedía releyendo los primeros mensajes de este hilo, cuando todo iba bien en 2007.
Las cosas empezaron a torcerse, ella empezó a decirme que no podíamos estar hablando 3 horas al día por teléfono, que estaba empezando a dormir en el sofá, que comía mal, que había perdido su ritmo de vida normal y que no podía ser, que no veía a sus amigos... en fin, yo fui un imbécil y me dejé liar, poco a poco fui cayendo. De un momento en el que nos llamábamos a cualquier hora en cualquier momento y los dos estábamos encantados de hablar con el otro, ella empezó a decirme que no podía llamarla por el mediodía, que era su momento de descanso, después que por la tarde tenía cosas que hacer... Una vez colgó una nota en facebook que hablaba de los "vampiros emocionales" con la que insinuó que yo era uno... en fin, acabé no pudiendo llamarla en ningún momento, siempre había alguna excusa para que no pudiera hacerlo. También me marcó la distancia cuando estábamos con gente, no quería prácticamente contacto entre nosotros si estábamos con más gente, por no comentar que nunca le dijo a sus padres que estábamos juntos... realmente eso siempre me hizo sospechar que para ella no era nada, pero aún así seguí... ya lo he dicho, me gusta conocer el final de la historia, "la curiosidad mató al gato"...
En seis meses que duró nuestra relación, es curioso que cuando estábamos juntos iba de puta madre y cuando nos distanciábamos todo se jodía (realmente duró 9 con tres últimos meses infernales, para mi), pasamos de los dos primeros meses en que queríamos vernos a todas horas y hablábamos en cada momento, a dos meses posteriores en los que ella se fue distanciando, ahí dejamos de hablar por msn, me pidió que lo hiciéramos por mail de facebook que la estresaba el MSN.
En diciembre propuse en nuestro grupo hacer una cena para salir todos y pasarlo bien, como quería que fuese todo el mundo y entre esa gente había una chica que ella "odia", me montó un follón y quiso dejarlo. Finalmente hablando le dije que si quería dejarme por eso me parecía absurdo, y que podría haberlo hecho por cualquier tontería mejor, pero que se despidiera de mi, que no me viniera con el podemos ser amigos, porque no lo íbamos a ser. Lo hablamos y se arregló, lo íbamos a intentar... yo para evitar que eso volviera a suceder me alejé un poco de dos de mis mejores amigos, la chica odiada y su novio.
Todo iba bastante bien, Enero y Febrero fueron buenos meses, no discutíamos ni cosas raras, parecía que todo iba despegando, se vino a Madrid en Febrero, fuimos a ver un concierto, después nos íbamos a Valladolid, ella se puso nerviosa el día que volvíamos porque salimos de mi casa a las 8:15 y quería salir a las ocho, necesita tenerlo todo controlado... por ese detalle la tuve nerviosa todo ese día y no se arregló hasta el día siguiente que nos fuimos a tomar unas cervezas y lo hablamos, decía que se estresa fácil y que no podía ser... total que le dije que no se podía tomar las cosas así, que yo calculo el tiempo que se tarda en llegar y que no pasaba nada... lo arreglamos y quedamos bien, volví a final de febrero, el último finde, el domingo 28 me fui de su casa y estábamos genial, a los 10 minutos estábamos hablando por teléfono de nuevo, con ganas de vernos, pensando en hacer cosas... pero empezaba un máster en Marzo.
Llegó marzo, comienza el descenso al infierno, igual que en 2007. La primera semana nerviosa con el máster, contenta por la primavera... habíamos quedado en que yo iría el finde de la segunda semana de Marzo. Fue ojeando lo que tenía en el máster, o eso me dijo en algún momento, salió el viernes (nunca lo olvidaré, hasta ese momento siempre que llegaba a casa me llamaba, ahí dejó de hacerlo) me mandó un mensaje el sábado a las 14:30, acababa de llegar a casa, se iba a dormir. Ahí me di cuenta de que perdería los días libres y de que no podría ir yo al finde siguiente. No me equivoqué, me dijo que el finde era imposible porque tenía que estudiar que lo llevaba fatal, lo entendí, si tiene obligaciones pues a joderse, qué le vamos a hacer... Me dijo que la semana siguiente podría ir el viernes y luego el sábado irnos juntos a Santander, yo accedí. El lunes de esa semana hablando me comenta que tiene una cena el viernes con las amigas y que quiere ir, por lo que mejor ya nos vemos en Santander, yo no puedo decirla lo que tiene que hacer, veo que no tiene especiales ganas de estar conmigo (empiezo a ver) pero como sé que el máster le absorve y que ella se estresa, me da por pensar que así tendrá un poco de espacio, luego me parece bien. No obstante empiezo a notar que cada vez que hablamos son 5 minutos y que me está tirando puñaladas cada dos por tres...
La cosa ya se vuelve extraña cuando hablando de ver como me iba a Santander ella insiste en que me vaya en bus, de manera sibilina, yo llegado el jueves noche le pregunto si la parece bien que vaya con ella en el tren, me dice que sí, pero insiste de nuevo en que hay buses, por lo que paso de buses y cojo billete, se lo digo y se vuelve a cabrear, ahí ya seriamente empiezo a pensar que no quiere verme. Descambio el billete y me voy en bus, nos vemos por la noche, quedamos y llega media hora tarde, sigue ridiculizando todo lo que digo (y yo empiezo a cabrearme), con los amigos cada uno a su bola, aunque yo ya tenía la cabeza que ni iba ni venía, y tras un viaje en taxi la pregunto si está cabreada conmigo o algo, por la actitud que está tomando. Me dice que no y que lo siente porque no me quiere hacer sentir mal. Al día siguiente quedamos por la tarde, hablamos un poco del tema, acordamos que cuando vuelva a hacerlo se lo digo para que se dé cuenta de cuando lo hace, la tarde bien.
Yo me vuelvo a Madrid, desde entonces prácticamente no volvemos a hablar hasta el viernes que ella se vuelve a Valladolid. Cuando va en el tren me dice que si voy en semana santa, al domingo siguiente cambia de idea (eso ya lo hacía en 2007, yo cada vez veía más claro el camino que habían tomado los acontecimientos, cada vez lo pasaba peor por ello) porque al ser semana santa van a ir sus padres (que siguen sin saber que estamos juntos), lo dejamos para la siguiente (curioso que los padres no supieran que iban el viernes y el domingo tomaran la decisión). Nunca me olvidaré de como el lunes de la semana siguiente me dijo, "he visto que el jueves hay un tren que llega a las 17:32 y luego para volver tienes uno el viernes a las 20:30", es curioso, me dio la sensación de que quería que me fuera antes de llegar... y no me equivoqué.
Llegué, fuimos a por unas cosas que tenía que coger, discutimos en un momento en el que ya me harté de tanto hachazo, y finalmente la propuse ir al cine a ver una película que sabía le gustaría, yo me quedé dormido (llevaba sin dormir más de 2 horas una semana, de tanta tensión y estrés que me estaba produciendo la situación). Tomamos una copa por ahí y nos fuimos a casa, ella estaba cansada, por lo que nos fuimos a dormir.
Al día siguiente seguimos discutiendo por los hachazos que me pegaba, yo también me puse en plan tonto y saltaron chispas. Dos horas antes de irme, estábamos en el sofá (que buenos momentos me quedarán como recuerdos de ese sofá) y ella soltó la frase, "tenemos que hablar" (por un segundo dije, "voilà"), me dijo que quería dejarlo porque en ese momento de su vida no podía tener una pareja, la estresaba tener que hablar conmigo por "obligación", tener que verme por "obligación" y ahora con el máster no tenía tiempo para todo. "Te quiero mucho pero estoy en un momento en el que no puedo tener pareja", es muy parecido a lo que me dijo 3 años atrás, incluso puede que la fecha coincida, la verdad que me producía cierta gracia tanta ironía del destino. Me molestó bastante la forma ruín que había elegido, se lo hice saber, también le dije que entendía que tuviera estrés por el máster, que ella era la que tenía que decidir si lo que habíamos vivido merecía la pena o no y si quería soltar lastre y con ello me iba yo pues que se olvidara de mi, que no iba a quedar a tomar café con ella ni gilipolleces similares. Ahí me dijo que se lo pensaría, que el lunes me llamaba y me decía.
Llamó el domingo, hablamos y quedamos en que íbamos a darnos espacio para que ella pudiera retomar sus costumbres y no sintiera obligaciones de tener que hacer nada. Ya no volvimos a hablar hasta que un día me dijo que me iba a llamar, al cabo de unos días lo hizo y lo dejamos, bueno, me dejó.
Lo he pasado mal, sé que saldré en poco tiempo porque la primera vez la calé, aunque con el tiempo se me fue y me volví a dejar engatusar. Podría poner un montón de adjetivos para calificarla, egoísta o egocéntrica y de ahí en espiral... pero no estoy intentando desahogarme por lo que no lo considero necesario, eso sí, he intentado describir cómo han sido las cosas para que si alguien siente algo similar pueda conocer lo que está pasando, ya os digo que en algún momento leí este hilo y veía que íbamos en paralelo...
Conclusiones que he sacado de todo esto, algunas refuerzan viejos conocimientos, otras me hacen avanzar:
-La gente no cambia, si te la liaron una vez te la volverán a liar otra. Estoy más que seguro que usó el máster para dejarme, luego le fue a mis amigos (que también los suyos) diciendo que lo estaba pasando mal y que su vida era muy difícil, que si esa vez era la ruptura definitiva... jejej, cuando me contaron eso (me enteré el último de que lo habíamos dejado), les expliqué como había sido la relación... parece que estábamos de acuerdo en que era una niñata de 17 años... con 29...
-Se ha dicho muchas veces en el foro, pero es que es un axioma de la vida, si te quieren se sabe, no hay agobios, no hay obligaciones, cuando eso desaparece -aparecen los agobios- el cuento de hadas se desvanece.
-En una relación que funciona no existen egoísmos, si existen deben ser eliminados y si no se eliminan, acabarán rompiéndolo todo.
-Cuando alguien parece excesivamente simpático, miente, desconfía siempre, a la inversa no lo tengo comprobado, ahí he de aprender aún

-Aquel que te explica todos sus principios y te hace una lista de ellos, no tiene principios, las personas con principios no los llevan en una lista.
-Otra verdad axiomática, nunca dejes de lado a tus amigos, NUNCA JAMÁS, si te quiere y le caen mal, aguantará, si no que se vaya al cuerno.
Y una reflexión final. El amor y el alcoholismo son muy similares, una vez enamorado de la botella, cada vez que la pruebes querrás volver a ella.
P.D. Darle las gracias a mis amigos por el apoyo que me han dado este último mes, pasarlo mal y saber que hay gente ahí ayuda, ¡y mucho!