Como norma general, los altavoces (y más si son monitores de estudio) tienen que estar colocados a la altura de los ojos para que se escuchen de forma óptima. Si están más altos hay que dirigirlos hacia abajo de forma que el sonido vaya "en línea recta" hacia la cabeza del que escucha, que se encontrará en el centro de los dos altavoces.
Para el caso de subwoofers "da igual" dónde estén colocados porque los graves se propagan por la habitación con mucha facilidad. Basta con hacer una ajuste de la ecualización para conseguir el resultado óptimo.
Es más cómodo colocarlos sobre un soporte porque así son más fáciles de orientar. Y dependiendo de la caña que les metas no está de más colocar un aislante (tipo esponja/espuma) entre el altavoz y el soporte para evitar vibraciones indeseadas.