Rayar la capa protectora de los BD es algo más difícil que frotarlo por los pantalones como pasaba con el DVD o el CD, limpialo con papel de cocina humedecido o una gamuza de microfibra a ver si es o no un rayón.
Los rayajos, por supuesto que afectan a los lectores (a la larga), los obligan a trabajar con mayores intensidades y varían bruscamente los valores de seguimiento y foco del laser.