Unas palabras dedicadas al padre de Nacho, mi mejor amigo

Hace poco más de 24 horas, nos dejó Gregorio, el padre de Nacho, mi mejor amigo, y por lo mucho que me importa Nacho, así como su familia, a la que conozco desde hace ya unos cuantos años, quiero dedicarles aquí unas palabras, ya que es lo mínimo que puedo hacer, aunque desde luego se merecen muchísimo más.

Parece que fue ayer la última vez que hablé por teléfono con Gregorio, quien muchas veces me cogía el teléfono al llamar a preguntar por Nacho. Parece que fue ayer cuando nos echamos unas risas, ya que él acostumbraba a ser bromista conmigo, al menos en más de una ocasión. La última vez que hablé con él yo pensaba que hablaba con Nacho, debido a que tienen la voz muy parecida, y Gregorio notó que yo lo consideraba Nacho y siguió la corriente por unos instantes, hasta que me di cuenta y nos echamos a reír los dos. Algo que jamás olvidaré, por mucho que a más de uno le pueda parecer una tontería.

Siempre que voy a casa de Nacho he encontrado ahí una segunda familia, por el trato y cariño con el que me han recibido, nunca me cerraron las puertas, más bien al contrario. Siempre que entraba y veía a Gregorio, veía en él a un hombre sereno, que le encantaba mantenerse informado, bien leyendo o de cualquier otra forma, abierto a dialogar conmigo si le sacaba cualquier tema, y a pesar de que a primera vista podía aparentar ser serio o poco hablador, cuando te acercabas a él resultaba ser justo todo lo contrario. Sentido del humor no le faltaba, así como elegancia y simpatía cuando te hablaba. Sin duda, se veía en él una persona con un gran corazón, y creerme si os digo que es algo que sé ver en la gente cuando tengo oportunidad de tratarla, aunque tan solo sea unos minutos a la semana, pero ha sido durante años.

Me he sentido siempre muy unido a esta familia, y esto me afecta de una forma que no podría expresar ni tan siquiera con todas las palabras del mundo. Debo decir aquí, que en Nacho, he visto el vivo reflejo de su padre. Precisamente me llamó la atención de siempre lo mucho que se parecían, y si hay algo de lo que tampoco tengo ninguna duda, es de que el gran corazón de Gregorio, ha influido en el gran corazón de mi mejor amigo. Su luz seguirá encendida siempre en el corazón de Nacho, al igual que en el de toda la familia.

Desde lo más profundo de mi alma, quiero decir que no hace falta compartir la misma sangre con unas personas para sentir por ellas el mayor respeto y cariño que puede sentirse por alguien. Miremos todos a nuestro alrededor, que quizás tengamos más de una familia en nuestras vidas y debamos acercarnos a ellos.

Para terminar, quiero decir que sé perfectamente que Nacho saldrá adelante, así como su hermana, su madre, y su tía. Todos ellos se merecen lo mejor del mundo, porque son unas excelentes personas.
Si hay una virtud que le he visto a mi mejor amigo y le he recordado más de una vez, es la de que tiene mucha fuerza, junto con un gran corazón, virtud de la que no debe separarse jamás, cosa que seguro nunca hará. Nacho prefiere sufrir solo para que los demás no aguanten su pena, pero él jamás abandona a los suyos, ese es mi mejor amigo.

Os agradecería a todos los que queráis, que dedicaseis aquí una frase, o unas pocas palabras para animar a mi mejor amigo, así como también a su familia. No se si algún día les enseñaré esto, pero creo que se merecen estas palabras y muchísimo más. Yo siento que llorando no conseguía nada, y preferí desahogarme escribiendo esto aquí, ahora me gustaría que todos pongáis vuestro granito de arena para mandar un poco de esperanza y ánimos a una excelente familia que merecen lo mejor, os doy mi palabra.

Yo por mi parte me quedo con el recuerdo de la última vez que hablé con él por teléfono, un recuerdo que siempre me hará sonreír.

Gracias a todos

PD: Toda mi vida estaré agradecido a Gregorio y a Pilar, por haber traído al mundo a la persona que me ayudó a seguir con mi vida, mi mejor amigo. Gracias Gregorio, siempre te llevaré en mi corazón, y cada vez que esté cerca de Nacho, sé que parte de ti, estará en él.