...Bueno... Espero que os guste mi vuelta al foro
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Me ha vuelto a llamar. La ventana me ha gritado de nuevo, incandescente es su ignorancia de luz, deseosa de viento y de mentes suicidas, que decidan en un determinado momento descender a los cielos de asfalto y reir a espaldas de la vida que sus madres tejieron entre botellas de cava, risas y noches de hotel.
- ¡¿qué coño pasa!?
Si, soy yo, ese soy yo, entre fotos desechadas, ese soy yo, esa foto es mía, esa, donde sales tu. Me preguntan a veces que qué ha sido de ti, no lo sé, creeme. No sé que ha pasado contigo. Un día decidiste desaparecer, hágase el vacío en tus sabanas. Así sea. Amén. Cuando me preguntan por ti solo digo que no se que ha sido de ti, que quizás te hayas hecho caso y hayas vomitado tu vida por esa ventana que te llama. Nos ha llamado muchas veces, ¿verdad? Y muchas veces has decidido que ya era hora de ser tú, nada de ser tu pasado. Si, muchas veces lo has hecho, decidir por los dos. Pero ya no me haces falta, aunque te ame, ya no me haces falta. Ni siquiera se si esto es amor. No. No lo se. Quien sabe, a lo mejor un día te veo y me preguntas Cómo éstas y yo digo ¿Bien y tu? Te echo de menos Yo a ti te eché de menos hasta que me di cuenta De que te diste cuenta? De que teníamos la misma foto.
- ¿Que coño pasa, capullo, vas a levantar la cabeza?
Me gusta leer libros. Pero mas que ninguno el libro que dejaste encima de tu almohada, escrito con tu letra, si, uno que ponía Me quiero ir Me quiero ir Me quiero ir Me quiero ir Me quiero ir y así hasta mil veces en una sola hoja. Vi una foto, si, una foto nuestra con la cara rayada con un cutter. ¿Te has olvidado de mi? SI te has ido quizás sí, quizás sí que te has olvidado realmente. Ya no me quieres, lo sé, y me hice a la idea cuando te tirabas por la ventana todos los días. Te sale sangre de la nariz, te decía a veces. Pero me hacías callar cuando te limpiabas con una manga y te levantabas, dispuesto a recibir otra bofetada de la vida, sí, esa que dicen que lleva una bata blanca. La que te arranca del útero de tu madre, te da la primera bofetada y nos ama, o eso dicen.
- Levanta la cabeza, no te lo voy a volver a repetir.
Me sangraba la nariz la última vez que te ví, y tu te limpiaste con la manga de tu camisa, y yo te amaba y tu me decías que si quería probar otra. Y yo lloraba en un rincón mientras veía cómo te ibas a través de la ventana. Decidí escribir, ¿Sabes? Desde que te fuiste escribo cosas, me ayudan. A veces pienso, cuando vuelvo a leer lo que he escrito, que has vuelto y me has anotado algo en un margen, y yo te contesto al lado, y creo ver como me contestas al día siguiente. Pero no te veo entrar nunca, nunca veo fotos rayadas por cutters. Ya no te veo en el espejo. O a veces juro que estas pero no estás y nunca más estarás. Y entonces me digo Joder y me doy cuenta de que te echaba de menos. Pero entonces vuelve la vida y me da otra bofetada y esta vez un pinchazo en el cuello o algo por el estilo. Solo sé que acabo dormido en las sabanas donde tú y yo dormíamos antes. Así que levanto la cabeza para mirar a los ojos a lo que tú llamas vida.
- Así me gusta... Toma
Y cuando miro a la cara a la vida no te echo de menos, porque sus bofetadas me hacen sangrar y yo hago bua bua y luego me levanto y miro al espejo. Tu no estás, y poco a poco me empiezo a sentir bien, y con ganas de escribir cosas bonitas, cosas que le gusten a la vida y que me ayuden a seguir. Procuro durante este tiempo pensar razonadamente, procuro mantener mis sentimientos por un cauce reposado que permita al lector enterarse perfectamente de todo lo que se pasa por mi cabeza. Y lo consigo, de hecho me siento con fuerzas para sonreir un poco, y acordarme de cualquier momento agradable en compañía de algún ser querido, como por ejemplo mi madre. Y entonces para nada, repito, para nada, me acuerdo de ti. Es mas, en esos momentos tú nunca has existido. La vida me ayuda a seguir con fuerzas, hasta que siento el escalofrío de la vida que me abandona y empiezo a sudar y a decir que nunca serás libre, que nunca seré libre yo, que realmente no hay nadie libre.
Oyes a otros, a otros que también echan de menos a gente como tú. Sí, he vuelto a pensar en ti, no se, ha pasado algún tiempo desde la última vez que pensé en ti... segundos, minutos, horas, días, semanas, quincenas, meses, años, lustros, décadas, siglos, milenios, eras espaciales, años luz.... no me importa, solo recuerdo que te he querido y te hecho de menos, y que quiero volver a ver la foto en aquel libro que tú escribías, y que no se si es amor, solo se que te quiero, y no se si te quiero, realmente el amor no existe, las palabras de amor menos, los poemas son una blasfemia y de hecho estas palabras no son mas que puros eructos literarios que han salido despojados de lo que un día alguien llamó razón, calle alma ciudad humano país idiota.
Las palabras no existen cuando no son mas que un trozo de papel manchado de tinta de una manera un tanto sutil. Eso no existe, lo que tu lees en este momento, lo que yo escribo, lo que el otro reflexiona... Nada es cierto. No son más que sonidos escritos. La palabra AMOR no existe, la palabra YO no existe, la palabra MÉDICO no existe y la palabra ESQUIZOFRENIA tampoco existe, aunque esté escrita en la placa de la puerta donde la vida, con su bata blanca, viene a abofetearme pinchazos para que me olvide de ti por un momento, y me de cuenta durante segundos minutos horas días semanas quincenas meses años o un largo etcétera de que realmente tú eres yo, de que realmente tu nunca te has ido, de que todo en la libreta está escrito con mi letra y que la ventana tiene barrotes.
Pero no existe la palabra ESQUIZOFRENIA.
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Un saludo y un abrazo fuerte.