MrBabyMan es el usuario más popular y valorado en Digg. Su trabajo en la vida real, en cambio, no tiene nada que ver con internet: es un montador de cine que vive en Los Angeles y trabajó durante años para Disney.
“Dedico entre tres y cuatro horas a enviar noticias”, asegura.
“Y todavía me divierte comprobar que la gente se emociona con las mismas historias que yo”.
Andy, a sus 41 años, es una auténtica institución. El resto de usuarios de
Digg siguen con interés sus movimientos, hasta el punto de que el día en que amenazó con retirarse, su anuncio en
Twitter subió inmediatamente a la página principal.
Desde que se registró en el sistema, Andy ha enviado más de 12.000 noticias y alrededor de un 30% de ellas (unas 3.600) han salido en portada. Haciendo un cálculo aproximado, MrBabyMan ha enviado más de 200 millones de visitantes únicos a los sitios que él ha hecho llegar a la página principal. Si uno de sus envíos tiene éxito, las estadísticas de la web sufren una auténtica conmoción.
“Nunca he calculado cuánto tráfico envío a cada página”, asegura,
“pero me han contado que es más que el promedio de visitas que te da un artículo en The New York Times. Soy consciente de eso y afecta a mi criterio a la hora de enviar historias”.
Su influencia hace que muchas personas pongan sus ojos en él y le ofrezcan dinero por enviar determinadas noticias.
“Recibo una media de dos o tres peticiones para que envíe historias cada día”, asegura.
“Me han ofrecido cientos de dólares a cambio de algunos envíos, pero no acepto este tipo de ofertas. Sí sé de otros usuarios que lo hacen e incluso viven de esto”.Según ha publicado diversas fuentes, y aunque Digg intenta combatir este fraude,
algunos usuarios llegan a cobrar hasta 500 euros por envío, con otros 300 de suplemento si el artículo consigue portada.Ser el usuario más popular también tiene sus inconvenientes. MrBabyman recibe cada día todo tipo de acusaciones e insultos. En mayo de 2008, llegó a portada una viñeta en la que le acusaban de robar historias a los otros miembros de Digg. Fue entonces cuando se planteó seriamente abandonar.
“No tengo problemas con las críticas”, asegura,
“pero lo que no tolero es a los trolls. Aquel día me lo tomé en serio, pero luego comprendí que unos cuantos críticos no representan a la mayoría de los tres millones de usuarios de Digg”.
La respuesta, al cabo de 24 horas, fue un vídeo en el que se reía de sí mismo. En él, y bajo el título
“Un día en la vida de un digger”, Andy se muestra obsesionado por sus envíos hasta cuando va al baño o juega con su hija. Ese día alguien envió el vídeo al sistema y también salió publicado con centenares de muestras de apoyo. El título de la historia, en portada, era toda una declaración:
“Todavía mola ser MrBabyMan”.FUENTE