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DollySteak escribió:Vaya llorera...lo siento mucho.
Yo ya he perdido dos perros, y otro como si fuera mío, porque era de mi hermano y pasó mucho tiempo en mi casa, y es lo más doloroso a lo que me he enfrentado, tengo la suerte de poder decir eso.
Ahora tengo un cachorro de 11 meses y me aterra como nunca pensar en cuando no esté. Debido a que soy psicóloga y lo cogí como mi futuro perro de terapia, lo he llevado a alguna sesión con niños, he invertido horas en adiestrarlo, lo llevo a todas partes, prefiero dar vueltas por la ciudad aunque no pueda entrar en ningún sitio con él, que dejarlo en casa. Como en tu caso, me va siguiendo por cada rincón de la casa y somos inseparables.
Quiero decir con esto que habrá muchos que digan que es absurdo sentirse tan deprimido cuando muere tu perro, pero es que acaban siendo parte de ti.
Lo siento mucho, piensa que fue muy feliz contigo y que lamentablemente tenemos que estar preparados cuando cogemos un perro de que seguramente lo veamos morir.
Un abrazo
Dark84 escribió:El único propósito del hilo es el de desahogarme un poco porque lo necesito. Os explico.
Ayer nos dejo mi perra después de 12 años maravillosos. Fué durante una operación de urgencia tras detectarle un tumor en el bazo. Para poneros en antecedentes tengo que explicar que hace unos años ya la operaron de ligamentos en una de las patas traseras.
En aquella ocasión ocurrió algo terrible y maravilloso a la vez. Al no poder apenas caminar después de un mal gesto la llevé al veterinario por la mañana y la deje para la operación. Pues se escapó y cruzó media ciudad (imaginaos el peligro que conlleva) hasta llegar al portal de casa. Una de las auxiliares llamó al timbre ya que volvió a escaparse (al ver que no se abría la puerta supongo) y hablando con gente que la había visto podías darte cuenta que el recorrido que hizo fue el siempre hacía con ella al ir a pasear. Finalmente, tras unos minutos volvió al portal y pudimos llevarla de vuelta al veterinario. En fin que la operaron y todo salió bien.
Este verano tuvimos que volver a operarla por una infección de orina. Se recuperó rápidamente y todo parecía volver a la normalidad. Os cuento todo esto porque era una perra llena de vitalidad, fuerte y cariñosa. Pasase lo que le pasase siempre se recuperaba rápidamente. Y con la que tenía un vínculo especial, no lo digo por la simple relación perro/amo sino que por alguna razón era su preferido en casa. Ya fuera cuando vivía con mis padres o ahora con mi pareja. Siempre estaba conmigo en el estudio mientras trabajaba, prefería dormir en mi habitación... en fin. Que raro es el momento en que no estábamos juntos.
Finalmente el lunes viví uno de los peores momentos con ella y fue cuando empezó a toser y tuvo un colapso. Para el que no lo sepa es similar a los primeros minutos de un ataque epiléptico. Se le van los ojos y pierde toda noción de lo que pasa. Pierde la fuerza y no puede moverse. Terrible.
Al paso de los minutos parecía recuperarse. Esto fue justo antes de irme a dormir. Ya por la mañana la llevé al veterinario a primera hora en brazos porque no quería moverse y tras una analítica le detectaron el tumor. El veterinario parecía tener bastantes esperanzas pero me llamaron a última hora del día y no pudo superar la operación. Tenía dos tumores (el más pequeño no lo vieron en la ecografía inicial) y le había afectado el páncreas además del bazo. Decir que el mismo sábado aunque baja de ánimo todavía corría y tenia ganas de jugar. Me queda el consuelo que nos dejó sin enterarse y que tuvo una vida llena y feliz. Pero hoy ni siquiera he querido verla al ir a hablar con el veterinario... no quiero verla sin vida.
Supongo que le pasa a todo el mundo pero el vacío de dejan es bestial. Para mi era un gustazo ir a pasear porque siempre quería jugar y daba igual la hora que nunca deje de hacerlo por cansado que estuviese. Ayer por la noche hice el recorrido por algunos de los lugares por los que solíamos pasear y fue horrible. Después de tantos años llegar a casa y el simple acto reflejo de mirar hacía la dirección por la que solía venir corriendo hacía mi como si fuera lo más importante del mundo y ver que no hay nadie es... indescriptible.
Los que tenéis perros/as disfrutadlos y dadle todo el cariño que podáis.
Un saludo a todos/as.