Silencio absoluto; tan solo el jadeo de su respiración, pulso acelerado y gotas de sudor que resbalaban por su cara empañándole la visión.
Miró su reloj, una hora más desde su salida; observó a su alrededor, la misma tienda destartalada de la esquina, las mismas manchas en el asfalto, el mismo árbol desnudo en la acera de enfrente .... asombrado comprobó que sus pies no habían dado paso alguno y sin embargo su corazón latía como si ellos no hubieran dejado de moverse. Ningún transeúnte se divisaba, estaba desconcertado.
Y ese silencio como protagonista, una extraña atracción lo suficientemente fuerte como para ser desafiada.
Su mente buceando en busca de una explicación coherente .... otra vuelta más de las manecillas de reloj .... y sus pies siguen en el mismo sitio: -¿Qué me pasa?
Respira hondo intentando no perder la calma ante esta una situación que le resulta completamente surrealista, cierra los ojos y comienza a contar: uno, dos, tres, cuatro, cinco, seis ..... un ruido ensordecedor detiene el contador en el siete....... siente como gotas de agua comienzan a golpear su rostro, asustado abre los ojos saliéndose de sus orbitas cuando comprueba que el escenario que le rodea es completamente diferente .....