@Aracnoid claro, siempre es enriquecedor. Mira, yo hasta hace 1 año mas o menos, no tenía ninguna consola retro, solo las que tuve de pequeño, y estaban guardadas. En todos estos años siempre jugué a emuladores desde que los descubrí allá por 1999, aunque nunca demasiado, únicamente para probar los juegos que nunca pude tener, o probar las consolas que nunca pude probar.
Estaba por el foro, leyendo todas las opiniones, y jugando mas bien nada a nada. Hace un año mas o menos, decidí comprarme una Megadrive y un CRT(Wallapop ambos), además de desempolvar las consolas que tenía guardadas de cuando era niño, ¿y sabes que?, ahora juego y tengo ganas de jugar, a veces a la mega, otras a la super y otras a la Nes o la N64, pero siempre tengo alguna entre manos. Además, mi hermano viene a casa de vez en cuando y jugamos a cualquiera de todas.
Tanto yo solo, como con mi hermano, tratamos de jugar varias veces a emuladores, pero siempre fallaba algo, aunque por supuesto nos lo pasábamos bien. Antes pensaba que eramos yo y mi hermano los que fallábamos, que ya no teníamos 10 y 12 años, pero no, no era eso, era que no estaban las consolas presentes.
Mi hermano es de la generación de los 16 bits, y yo mas de la de 8 bits, pero para los dos la nostalgia es fundamental.
Yo cuando veo un mando de Master System, una NES, una Megadrive o una Game Boy, pues me gusta y me apetece jugar. Además, me puedo estar horas jugando. En cambio, si arranco el ordenador y uso un emulador pierdo mas de la mitad de la esencia. He probado con la Wii emulando, con RPI, con un PC de sobremesa, con un portatil, con el móvil, etc, etc.
Para mi los emuladores son fundamentales, acercan los juegos a todo el mundo y hacen posible que podamos jugar desde cualquier lugar y con cualquier cacharro, pero si puedo elegir, prefiero usar el hardware original.
Y no entro en la fidelidad de los emuladores, que bien ejecutados es del 100% en la gran mayoría de consolas, especialmente 8 y 16 bits, sino en otra parte intangible que para mi es muy importante.
Para mi un mando de NES, conectado a una NES y al lado de un CRT en un rinconcito de un cuarto es algo que no puedo recrear de ninguna manera.