Pues yo te recomendaría que sí lo instalaras si ves que se te va a hacer muy cuesta arriba.
quieras ó no, pasar de un entorno al que estás tan acostumbrado, a otro distinto de manera tan brusca, puede hacer que te acabes ofuscando y maldiciendo Linux; pasa mucho.
Así que yo creo que deberías instalar Windows, intentar utilizarlo lo menos posible, pero si no encuentras equivalentes a esos programas ó te desesperas mucho con una tarea, pues no te preocupes, entras en Win, lo haces, reinicias y a Linux de nuevo. No lo veo una mala forma siempre y cuando intentes solucionar y aprender esas cosas luego en Linux, pero en mi opinión, para nada tienes que dejar (por el momento) a Windows totalmente de lado. Intenta hacer una migración suave y te ahorrarás disgustos. No tengas la idea de que vas a cambiar TODO de un día para otro
.
Y tras este ladrillo sin motivo alguno
, ¿cuales son esos programas para los que no encuentras equivalente? Quizá te podamos ayudar si alguien conoce algo.
Por lo de instalar Windows luego, lo que pasa es que el maligno SO de MS, sobreescribe el sector de arranque del disco duro. Esto, hará que se te borre ese menú tan mono que habrás instalado con tu distribución que sale al arrancar el PC (quizá no, no lo sé). En todo caso, no te preocupes que es muy sencillo restaurarlo luego
.
Un saludín!