SEÑORES Y SEÑORAS. LAS AVENTURAS DE VANEL HAN LLEGAGO AL CAPÍTULO 4. MUY RECOMENDADO. AHI LO TENEIS, ESPERO Q OS GUSTE. ES LARGUITO, PERO NO MUCHO MÁS Q LOS OTROS.
CAPITULO 4
La mañana había llegado a Kilys. Vanel se desveló un poco al escuchar unos llantos procedentes de la habitación de al lado.
- Vamos Vanel.- dijo su madre, que acababa de entrar en su cuarto.- hoy tienes la excursión a Goodmore
- ¿Excursión?.- preguntó Vanel con asombro.- No lo sabía mamá
- Mandaron la nota hace un par de días. ¿No te lo dije?. Me he tomado la molestia de levantarme temprano para prepararte la mochila. No te importa, ¿verdad?
- No, no.- dijo Vanel, aun dormido. Goodmore era un extenso bosque cerca de la ladera de Tangia. Estaba repleto de monstruos, aunque había zonas apartadas, donde Vanel iba a veces con sus amigos a pasar el día.
¿Quién lloraba?. ¿Era Fufú?.- preguntó Vanel
- Sí, Flash le había echo un hechizo a su muñeca para que pareciera que se estaba quemando y Fufú se ha creído que se estaba calcinando de verdad.
- ¿Flash?. ¿Está aquí?.- preguntó Vanel sorprendido
- Sí, vino a buscarte con Rogan y Ádala. Están en la cocina.
- ¡Podrías haberme levantado!.- respondió con enfado
- Y tu podrías haberles dicho que desayunaran en su casa.- dijo su madre con dureza.- Se han acabado los huevos de yurte y ahora voy a tener que prepararte otra cosa.
- No te preocupes, mamá. Ya comeré algo en Goodmore.- mintió Vanel.
No quería ponerse a discutir con su madre, porque tampoco le creería si le dijera que no les había dicho que fueran a buscarlo. Se vistió y cogió la mochila y la espada. Fue a la cocina y vio a sus amigos desayunando plácidamente y a Fufú mirando los pelos brillantes de Flash.
- Ya era hora, tío.- dijo Flash.- Hemos tenido que desayunar otra vez mientras te esperábamos.
- ¿Otra vez?.- gritó la madre desde lejos.- Vanel, llévatelos ya de aquí
Ádala y Rogan se rieron pero Vanel estaba rojo de vergüenza.
- Bueno, vámonos.- dijo Ádala.
Bajaron por la portadora y se sentaron en uno de los bancos a esperar al tren sótano que se dirigía hacia Goodmore. Faltaban aun unos minutos, como indicaba el punto rojo del mapa.
- ¿Has entrenado, Vanel?.- preguntó Rogan
- ¿Entrenado?. No, ¿por qué?.- dijo Vanel.- ¿No vamos de excursión?
- Bueno.- dijo Ádala.- Es una excursión un poco especial. Por lo visto vamos a tener una prueba con monstruos de verdad en Goodmore.
- ¿¿Cómo??.- gritó Vanel.- Mi madre no me ha dicho nada de eso. Ni siquiera sabía que hoy no teníamos clase.
- Pues sí.- dijo Flash.- Hasta yo estoy un poco nervioso.
- No seas tan prepotente, Flash.- dijo enfadado Rogan.- No eres tan bueno como alardeas
- ¿Qué? ¿Cuándo quieres que te lo demuestre?
- Callaos los dos.- dijo Vanel.- El tren ha llegado.
Entraron en el vagón y se sentaron en unos asientos cerca de la puerta. Flash se puso los aero-phones en la cadena de música y se puso a cantar en silencio. Rogan sacó el libro de “Conocimiento biológico” y se puso a leer los monstruos que había en Goodmore.
- Yo hice lo mismo esta mañana.- dijo Ádala.- La verdad es que solo me preocupan los Paddas. Los demás monstruos no creo que nos puedan ocasionar problemas
- ¿Paddas?.- preguntó Vanel.- Voy a matar a mi madre si regreso con vida. No me había contado nada.
Vanel empezó a ponerse nervioso. La verdad es que no era la primera vez que salían al campo para practicar peleas reales, pero siempre habían sido sencillas y al menos, lo sabía con tiempo. Empezó a juguetear con la cremallera de la mochila, para tranquilizarse. Miró a la pantalla del vagón. La próxima parada era la de Goodmore. Se puso aún más nervioso.
- Tranquilo.- Ádala le puso una mano en el hombro.- Eres un buen guerrero.
Vanel miró a Ádala. Su sonrisa le calmó un poco.
- Sí, lo soy.- afirmó Vanel.- Bueno, lo somos.
Con los ánimos cargados, los cuatro amigos bajaron del vagón y se dirigieron hacia las puertas de salida. Vanel no sabía donde tenían que ir, así que simplemente seguía a Flash, que iba muy decidido el primero. Agarraba fuertemente el bastón con su mano derecha. Miró a su lado. Ádala llevaba el arco en la mano y Rogan estaba limpiando su espada con un trapo. Vanel se sintió diferente y sacó su espada de la funda. Cuando lo hizo, sintió como algo caía de dentro. Se agachó a recogerlo. Miró a sus amigos. Ninguno le había visto.
Era una piedra brillante, de color anaranjado. Parecía de gran valor. ¿Qué hacía en la funda de su espada?.
- Vamos, Vanel.- gritó Rogan.- Que te despistas.
- Voy, voy, se me había desatado la bota.- mintió Vanel
Se escondió la piedra en el bolsillo. Sin saber por qué, no quería enseñársela a sus amigos.
Salieron al exterior. La luz cegó los ojos de Rogan y Vanel. Los beegers tienen doble párpado y no les afecta la oscuridad ni la luz. A lo lejos vieron a un grupo de personas. Algunas estaban de pie y otras en el suelo. Cuando se acercaron más comprobaron que los alumnos eran los sentados así que hicieron lo mismo. De pie, estaban varios profesores. Había un hombre viejo que Vanel no conocía. El resto eran los profesores de “armeria”, “conocimiento biológico”, “lucha virtual” y “magia”. Esperaron un rato sentados, mientras más alumnos de quinto curso llegaban al lugar. De repente, el anciano comenzó a hablar:
Buenos días. Bienvenidos a todos, alumnos de quinto. Soy el general Neil Lion, del ejército de guerreros. He venido a observar como realizáis la misión y quien sabe, a lo mejor tengo que hablar con algunos de vosotros al finalizar la prueba. Ja ja.ja
La falsa risa hizo que los alumnos se miraran. Vanel empezó a sentirse mal. Ósea, que era una prueba de selección para el ejército. Vanel no estaba seguro si quería hacerlo bien, al menos intentarlo. No le apetecía volver a su casa diciendo: “Mamá, mañana no hay clases, me voy al ejército”. A su madre no le gustaría escuchar esa noticia. ¿O sí?. La voz del profesor de “lucha virtual” interrumpió sus pensamientos.
Voy a explicaros la misión. Estad atentos, porque solo voy a explicarla una vez. Bueno, antes de nada, me gustaría deciros que no tengáis miedo, ya que estáis completamente preparados para afrontar las adversidades que os podáis encontrar. Como iba diciendo, para la misión se os dividirá en equipos de cuatro personas. Cada equipo elegirá un líder de grupo. Cada equipo se irá por uno de los caminos señalizados (El profesor señaló a varios caminos marcados con lazos de diferentes colores en las ramas de los árboles). En el final de cada camino encontrareis un cofre. Debéis traer el contenido del cofre aquí en el menor tiempo posible. Nada más, alumnos. Ahora el profesor Yug dirá los equipos. Adelante, profesor.
El profesor Yug, de “magia” dio un paso adelante y tosió un poco. Empezó a decir los equipos, el color del camino que debían seguir y los integrantes. Vanel había tocado en el equipo de Flash, lo que le tranquilizó un poco. Eran el equipo que tenía que ir por el camino de lazos negros. Garry y Hoof eran los otros integrantes. Garry era una beeger bastante buena en magia blanca, por lo que podría curar a los demás si resultaban heridos. Hoof era un Manun de cara alargada, un tanto adormilado. A Vanel no le inspiraba confianza.
Rogan y Ádala no estaban juntos. Habían tocado en equipos diferentes.
- Buenos, vamos a elegir el lider, ¿no?.- preguntó Garry.
- Por mi perfecto.- dijo Flash.- No podemos votarnos a nosotros mismos, ¿verdad?. Que lástima. Ja ja. Bueno, yo te voto a ti Garry.
Vanel se sintió un poco estúpido. Por un momento pensó que iba a votarle a él, aun sabiendo que Garry era mucho mejor guerrera que él. Garry le sonrió a Flash
- Yo te voto a ti, Flash.- continuó Garry
- Pues yo voto a Vanel.- dijo Hoof con desánimo.
Vanel miró a Hoof. Tampoco es que valorara mucho el voto de Hoof, pero al menos le había votado alguien. Era el único que no había votado y no sabía si decidirse por Garry o por Flash. Miró a Flash. El viento ondeaba su pelo verde. Miro a Garry. Tenía el pelo amarillo pollo y un magnífico zortem de mago. Tenía unos ojos azules preciosos. Era guapa, pensó Vanel
- Yo voto a Garry también.- dijo Vanel por fin.
- Pues perfecto entonces.- rió Flash.- Vamos a la salida del camino de lazos negros.
Flash estaba disimulando. Sabía que lo había desilusionado, pero al fin y al cabo, el tampoco le había votado. Se pusieron en la entrada del camino y esperaron a que el resto de los equipos hubieran elegido a su líder. Ádala había sido nombrada líder de su quipo, pero Rogan no.
- ¿Ya tienen todos los equipos su líder?.- gritó el profesor Yug.- Perfecto. Cuando suene el silbato, podéis comenzar. ¿De acuerdo?.
Los alumnos se prepararon. Vanel agarró fuertemente su espada. El bastón de Flash soltaba chispas rojas por la punta. Garry le hablaba al zortem en voz baja, como dándole ánimos. Hoof tenía el hacha enganchada a la espalda, llena de polvo.
- Uf, me parece que somos tres en el equipo.- pensó Vanel.- Menos mal que tenemos a Flash y a Garry.
- PIIIIIIII.- El silbato del profesor Yug resonó en Goodmore.
Los alumnos se internaron en sus respectivos caminos corriendo. Vanel sintió las piernas pesadas, como si no hubiera corrido en un mes. No podía seguir el ritmo de Garry y Flash. Hoof ni siquiera había empezado a correr. Se le había caído el hacha y se estaba agachando para recogerla.
De repente, cruzaron un pequeño riachuelo y un grupo de yurtes se cruzaron en su camino.
Vanel ya había luchado contra yurtes. Eran un poco estúpidos y patosos. Se disponía a atacar a uno cuando oyó la voz de Garry.
- No pierdas el tiempo Vanel. Nuestro objetivo es el cofre. No lo olvides.- Garry esquivó a los yurtes con un ágil salto y siguió corriendo por el camino. Flash hizo lo mismo y siguió a Garry. Todos los yurtes se dirigieron hacia él, para picarlo. Hizo una finta y los yurtes se chocaron entre ellos. Aprovechó para seguir corriendo por el camino. Pensó en Hoof, que seguiría en la salida y se entretendría en derrotar a los pájaros de río. Siguió corriendo y llegó a un claro. Flash y Garry estaban peleando con unos Leets. Eran unas criaturas rápidas que lanzaban dardos venenosos. Uno de ellos le intentó lanzar un dardo. Vanel lo esquivó y le clavó la espada en el cuello. La criatura cayó muerta. Se volvió para ayudar a los demás. Flash lanzaba rayos de fuego por el bastón y las criaturas caían rápidamente. Garry los elevaba por el aire con el zortem y al rato los leets caían, pero no se levantaban más. Vanel se sentía un poco inútil al lado de aquellos guerreros. Al menos había matado a uno, no como Hoof.
Cuando acabaron con todos, siguieron por el camino. Se internaron en un profundo bosque. Vanel se hubiera perdido si no hubiera sido por los lazos negros de los árboles. Pero no sabía porque había tantos y eran tan enormes.
- ¡Cuidado!.- gritó Vanel.- Los árboles están llenos de murciélagos. Vanel intentó agitar la espada para derribar a algunos, pero eran escurridizos. Uno le rozó la cara.
- Aaaah.- gritó Flash.- Los murciélagos le tiraban del pelo y no acertaba a ninguno con el bastón. Garry había formado una esfera cristalina a su alrededor y los murciélagos rebotaban en ella, pero parecía que en esa posición no podía atacar, sólo defenderse.
Vanel sintió un profundo dolor en la pierna. Se miró y vio a uno mordiéndole. Vanel agitó la pierna, pero el bicho no se separó. Uno pasó volando por su cabeza y Vanel sintió un corte en la cara. Se tocó con la mano y sintió que tenía sangre. Vanel se enfadó y daba espadazos como un loco hacia todas las direcciones. Algunos bichos caían muertos, pero eran demasiados. Otro se le agarró del brazo y del dolor tiró la espada. Se agachó para recogerla y dos más le clavaron sus colmillos en la espalda. Vanel gritó de dolor y cayó al suelo. Levantó la vista y vio que a Flash y a Garry no le iban las cosas mejor que a él.
En ese momento, su bolsillo comenzó a vibrar y una luz naranja salió de Vanel. La luz inundó el bosque y explotó. Vanel se agarró la cabeza con los brazos. Se quedó un rato tendido boca abajo hasta que se atrevió a mirar. Se encontró con Flash.
- ¿Estás bien?.- dijo Flash. Le tendió la mano y le ayudo a levantarse. Tenía el pelo revuelto pero parecía bien.
- Sí, sí.- respondió Vanel.- ¿Qué ha sido esa luz?. Vanel miró a su alrededor. El suelo estaba lleno de murciélagos muertos.- Parece que ha matado a todos estos monstruitos.
- Sin embargo, a nosotros ni nos ha rozado.- dijo Garry.- Que extraño.
- ¿Habrá sido Hoof?.- intentó disimular Vanel. Sabía perfectamente que la luz había salido de su interior y que un segundo antes, la piedra que tenía en el bolsillo había comenzado a vibrar.
- No lo creo.- dijo Flash.- De todas formas deberíamos continuar, ¿no os parece?
- Sí, claro.- dijo Garry.- No puede faltar mucho. Pero antes, déjame hacer una cosa.- Adala agitó el zortem y un haz de luz salió del arma y se dirigió hacia Vanel.
Vanel se asustó cuando la luz le tocó y sintió frío, pero noto que sus heridas se le cerraban y dejaban de dolerle.
- Magia blanca.- dijo Garry.- Bueno, ya podemos irnos.- Y salió corriendo seguida de Flash antes de que Vanel pudiera darle las gracias.
Al cabo de unos instantes el camino de tierra se convertía en un camino de losetas que acaba en un cofre pequeño y brillante.
- ¿Ya está?- dijo Flash.- Me imaginaba algo más complicado. No hemos tardado ni una hora.
- ¿Pensabas lo mismo cuando los murciélagos te tiraban del pelo?.- bromeó Garry.
Flash se puso rojo.
- Bueno, eso no importa ahora.- respondió Flash.- Abrimos el cofre y nos vamos.- Se agachó para abrirlo. Dentro tan solo había una nota. Flash la leyó en voz alta.
- “Un guerrero nunca baja la guardia”.- leyó Flash.- ¿Qué significa est...?. ¡Aaagh!.
Flash cayó en redondo al suelo, inconsciente. Vanel gritó. La cola de un enorme padda apareció ante sus ojos. Antes de que pudiera actuar la cola del padda volvió a la carga. Vanel sintió un profundo golpe en la barriga y cayó al suelo. No podía respirar. Se estaba ahogando. Miró al padda. Se reía, disfrutaba matando. Era una especie de babosa gigante, repugnante, de un color verdoso. Se arrastraba con sigilo por eso nadie había percatado su presencia. Garry intentaba elevarlo con su zortem, pero la criatura pesaba demasiado. Levantó el puño para golpear. Garry hizo la esfera protectora de inmediato, pero el golpe de la bestia rompió la barrera. El zortem salió volando por los aires.
Cuando el padda estaba levantando de nuevo el brazo para golpear, una sombra salió del bosque, dio un salto y cortó el brazo del monstruo. La sangre morada salpicó en el suelo, haciendo agujeritos como si fuera ácido. Vanel no tenía ni fuerzas para mirar que profesor había sido su salvador. Pero hizo un esfuerzo y abrió los ojos. Primero vio el hacha y después una cara alargada y adormilada. Era Hoof.