Os cuento mi historia...
Hace unos meses me volví de Madrid a mi ciudad, por otro curro que me salió aquí. Necesitaba un coche, y después de divagar mucho y mucho, llegué a la conclusión de que lo mejor sería meterme en un coche nuevo, ya que me veía casi definitivamente aquí trabajando, y eso supondría que así en unos pocos años tendría el coche pagado y ya podría "enfrascarme" en un piso o chabola.
Por desgracia... las situaciones cambian y los puntos de vista de la gente cambian. Ahora mismo no estoy del todo agusto en el trabajo (no es lo que me prometieron), no me veo aquí trabajando toda mi vida (ya me huelo la trayectoria profesional que me espera aquí), y después haber pasado el último mes en California... me veo más trabajando y viviendo en un sitio como EEUU que aquí.
¿Problemas? No hay demasiados. Pero estoy "ligado" a un puñetero coche que no terminaré de pagar hasta dentro de 3 años, viva o no aquí, y con el que evidentemente perderé mucho dinero si consigo venderlo por esas fechas. Es por eso que me he estado informando sobre la posibilidad de venderlo estando financiado aún (no por mi banco, sino por la financiera del concesionario). Pero no sé hasta qué punto eso es factible, si es o no recomendable, y si es algo más común de lo que yo me pienso o es algo que prácticamente nadie hace.
Estoy un poco ofuscao por este tema últimamente... me arrepiento gravemente de no haberme comprado un coche de segunda mano, pagarlo rápidamente, y que no se me vaya medio sueldo al mes para pagar un puñetero coche...
¿Algún consejo después del ladrillazo?