El problema que tiene Sevilla es que parece que la están haciendo ahora, está toda en obras.
Pero bueno, siempre se puede disfrutar.
La catedral tiene algunos andamios, pero es normal en una catedral que no es grande sino inmensa. Siempre hay algo que restaurar. Y hasta hace nada había un intenso tráfico que hacía que la piedra estuviera de color negro. De hecho hace unos años cuando la limpiaban apareció la policromía de algunas de las estatuas, que estaba oculta bajo la mugre.
Así que visita obligada, catedral (dentro y fuera), Giralda, Alcázar, y todos los alrededores, eso para empezar. Yo hace muchos años que no subo, pero que yo sepa, a la Giralda se puede subir. Muy importante hacerlo para poder
criticar al tontaina de Dan Brown.
Es imprescindible darse una vuelta por el barrio de Santa Cruz, el antiguo barrio de los judíos.
Luego tienes que ver la Torre del Oro (alberga un museo de marina, si no te interesa, puedes pasar) y darte una vuelta por el río.
La Plaza de España es otro lugar emblemático, y si alguno es fan de la Guerra de las Galaxias, no puede dejar de pasar por allí, y de camino darse una vuelta y perderse por el parque de Mª Luisa.
Para los aficionados al arte, tenemos una magnífica pinacoteca, el Museo de Bellas Artes, con grandes obras, a destacar (por lo menos para mí) el barroco sevillano.
A quien le guste la arquitectura, la escultura y la pintura se puede pasar días viendo iglesias. Hay muchas que guardan obras de arte que son tesoros.