Bueno, os dejo aquí un artículo que he hecho para mi web, para conocer vuestra opinión.Quería hacer entender lo importantes que son los juegos hoy en día, para que dejen de infravalorarlos y tratarlos como se merecen, a modo de "tutorial para novatos", desde mi punto de vista, no del todo objetivo. Me parecía importante alguna manera de hacerle comprender a gente que no está metida en el mundillo que
"Los videojuegos no son cosas de niños":
Los videojuegos son un arte de carácter digital capaces de meternos en la piel de un personaje, mientras tomamos las riendas de éste. Muchas personas, normalmente desconocedores de la materia, consideran a este tipo de entretenimiento como un juego de niños, e incluso se les llega a tachar de dañinos y peligrosos, algo completamente ajeno a la realidad. Hay que añadir, que, como todo, en exceso puede llegar a causar problemas, pero más cercanos al plano físico, como jaquecas o mareos, que al psicológico, por que es muy difícil que un videojuego llegue a condicionar de manera negativa, como nos quieren vender en numerosas ocasiones los medios de comunicación, debido a la ignorancia anteriormente citada. Sólo casos extremos, como los del conocido World of Warcraft, un juego online multijugador, donde interactuamos con personas del todo el mundo, con acciones como cooperar o atacar según la situación, se han dado casos de personas que han cesado su vida social “real” para centrarse únicamente en la virtual, perdiendo la noción de la realidad en algunas ocasiones. Quizás no llegue al 5% de los jugadores habituales de este juego los que puedan considerarse antisociales, pero ya es catalogado como “potencialmente peligroso” por algunos sectores, afirmación ridícula con estadísticas en mano.
Es muy posible que gracias a la decisión del Gobierno de España de considerar a los videojuegos como arte, después de muchos años de peticiones y de que éstos superaran los ingresos por ventas a los de la música y el cine juntos, se empiecen a considerarlos como lo que son: una forma de entretenimiento tan digna como la pintura, o el teatro. Bien es cierto que, como todo en la vida, no hay una verdad absoluta, y que hay videojuegos que sólo pretenden divertir, incluso de la manera más bizarra, mientras que otros llevan más allá todo lo visto hasta el momento en cualquier campo, creando una conexión casi mística entre jugador y juego, para introducirle de manera completamente satisfactoria en un rol que no le pertenece, pudiendo vivir situaciones tan inverosímiles como infiltrarnos en un complejo militar soviético en plena guerra fría, conducir deportivos a más de 300 km/h por circuitos de todo el mundo o sobrevivir en un mundo pos-apocalíptico con intenciones de mejorar, o terminar de destruir un mundo devastado. Gracias a esto, además de tener una historia que parece sacada de cualquier película de Hollywood, tenemos con los videojuegos la posibilidad de desarrollar esa historia y no seguir el camino fijo como el que marca el cine, y que lo hace tan especial y, a la vez, tan predeterminado.
Por otra parte, no solo de argumentos vive el mundo del videojuego, otro factor realmente importante lo constituye el entorno en el que jugamos, la parte visual, los gráficos. Estos nos ofrecen una recreación de un mundo, ya sea real o ficticio, sin ningún tipo de límite, codeándose de tú a tú con la literatura, ya que el creador del juego no tiene ninguna frontera que superar para la creación de un mundo, simplemente se modela y el jugador puede vivir en él todas las situaciones que el autor crea conveniente, tal y como sucede en cualquier novela. También cabe destacar que además del realismo gráfico (cuán parecido a la realidad pueden llegar a ser personajes y mundo), también es fundamental el apartado artístico del juego. Este está constituido por el diseño del juego, quizás más importante que la parte técnica, ya que se han realizado diversos videojuegos con figuras muy simples, como mundos oscuros donde sólo vemos la sombra de nuestro personaje, o su antítesis, coloridísimos pasajes sin una gran calidad, pero sí muy bien trabajados.
Pero, sin duda, la parte esencial de un videojuego es su jugabilidad. Esta es la que permite considerar a un juego como bueno, ya que es la que nos proporciona la verdadera diversión del título, consiguiendo así la inmersión que el creador tanto busca. Hasta ahora, la forma de interactuar se realizaba a través de un mando, que consta de una serie de botones con funciones distintas, para que, pulsando cada uno de ellos, se realicen diversas acciones, como saltar, correr, agarrar, etc... Otra forma de juego es a través de periféricos especiales, que hacen que la inmersión sea aún mayor, como es el caso de pistolas o de volantes, que están increíblemente bien realizados, contando con vibración o dureza, que nos hace creer que realmente estamos conduciendo el deportivo de nuestros sueños o que formamos parte de un escuadrón de seguridad nacional. Pero, de unos años a esta parte, se están implemento un nuevo sistema de interactuación con el videojuego: los sensores de movimiento, los cuales son aplicados en cualquier título, indistintamente del género al que pertenezcan. Son mandos que pueden parecer exactamente iguales que sus antecesores, o una simple versión mejorada de estos, pero que realmente guardan todas las sorpresas bajo la carcasa. Básicamente, su meta es la misma, hacernos interactuar con el juego, pero de manera mucho más realista, y si cabe, más sencilla. Por ejemplo, para jugar a un juego de tenis, no tendremos que aprendernos qué botón apretar en cada momento, bastará mover el brazo en la dirección deseada.
http://www.youtube.com/watch?v=DLfw7CHDxcI&feature=player_embeddedPor supuesto, en este campo hay una gran controversia, ya que los jugadores más experimentados consideran que este tipo de mandos reduce drásticamente la jugabilidad, convirtiendo los juegos en un mero pasatiempo para desahogarse de un día duro, y no como el tipo de arte que es considerado por éstos. A título personal, considero que este tipo de controladores benefician a la industria en el sentido de que, bien implementados, proporcionan una experiencia de juego tan satisfactoria como un mando normal, además de atraer a un tipo de público que no es el habitual en consolas, lo que proporciona mayores ingresos a la industria y la posibilidad de desarrollar proyectos cada vez más complejos y sofisticados, siempre y cuando, estos mandos no sustituyan completamente a los mandos clásicos, los cuales también son fundamentales para el buen rendimiento de un juego.
Un factor que puede hacer de un juego de una calidad normal, en un título que difícilmente se olvide, es la innovación, tanto artística como jugable. Como es habitual, lo que nos sorprende suele ser idolatrado. Si bien, normalmente, el juego que innova trae consigo unas características muy elogiables capaces de situarlo en lo más alto de las listas de ventas. La revolución puede venir dada desde la creación de un género completamente nuevo, como que manejemos a nuestro personaje desde una perspectiva en primera persona, es decir, ver exactamente el campo de visión de nuestro protagonista, hasta por una nueva manera de enfocar los gráficos, como se pudo observar hace unos quince años con la aparición de los mundos en tres dimensiones, pasando o con una mejora gráfica espectacular, consiguiendo unos niveles de fotorrealismo sencillamente impensables para el momento. Lamentablemente, estos juegos suelen envejecer bastante mal, ya que lo que cosechó su éxito fue la innovación que trajo consigo, mientras que al cabo de los años, tras muchos imitadores, ya no se les puede considerar innovadores, por lo que pierden parte de su esencia.
La mezcla adecuada de los apartados anteriores da lugar a un campo difícil de definir, y que solo los mejores directores del entretenimiento virtual son capaces de realizar. Algunos los llaman magia, otros, carisma, pero es esa chispa especial la que hace que un buen juego se convierta en una obra maestra. Esta no se puede medir, ni si quiera valorar de manera objetiva, pero no hace falta ser un entendido en la materia para saber que está ahí, al igual que en las obras maestras del cine o literatura. Muchas veces, no es más que un concepto de juego revolucionario lo que hace que un juego destaque sobre los demás y que sea un auténtico éxito de su época, como he explicado anteriormente, aunque suele ser el juego en su conjunto el que dé esa sensación de ser único. Al juntarse una buena calidad gráfica, con un buen acabado artístico, una banda sonora inolvidable, una jugabilidad endiablada, diversión por doquier y una duración mínima, se consiguen auténticas joyas videojueguiles que son apreciadas a lo largo de los años. Sigue siendo elogiable que, a pesar de llevar cerca de treinta años vigentes, los videojuegos aún siguen sorprendiendo a jugadores novatos, y lo que es aun más difícil, a los más expertos.
Hace unos quince años, cuando parecía que el horizonte apuntaba hacia un periodo de relativa calma, sin muchas innovaciones a la vista, irrumpió un sistema de juego de cambiaría la forma de jugar con nuestos amigos, el modo multijugador por Internet, conocido mundialmente como On-line. Este sistema permite que jugadores de todo el mundo sean capaces de jugar a un título de manera simultánea e interactuando entre sí con una simple conexión a la red de redes, como si estuviesen a nuestro lado echando una partida contra nosotros, casi a tiempo real, con apenas unos milisegundos de diferencia, algo prácticamente inapreciable para el ser humano. Esto trajo consigo una infinidad de juegos basados en este sistema, cuya única finalidad era medir nuestras fuerzas con rivales de todo el mundo a dos clicks de ratón, o por el contrario, pasarnos ese juego que tanto nos gusta con otro usuario, haciendo la experiencia de juego más rica y, en la mayoría de los casos, más entretenida, por que a pesar de que los juegos tienen esa odiosa etiqueta que los considera como un elemento aislador, los mejores momentos al lado de una consola siempre se pasan acompañado, siempre, ya sea de manera presencial, o a través de un micrófono y unos auriculares para comunicarnos a través de la red.
En otro orden de cosas, uno de los patrones por los que se rige la industria son, tristemente, la ventas, la cuales han condenado juegos , e incluso, estudios de desarrollo enteros. Por contra, la crítica especializada solo sirve para realizar un baremo, tanto a las distribuidoras como al usuario final, de la calidad del título. Lamentablemente, las revista de papel, por lo menos en España, a pesar que sucede en más partes del mundo, no son más que marionetas de las compañías, las cuales dan mejor material y de manera anticipada a aquellos que les otorgan mejores notas, por lo que no dejan de ser catálogos donde las empresas publicitan sus productos, exentos de la crítica y objetividad necesaria que tanto echamos de menos los compradores. El problema no acaba en el papel, ya que la mayoría de medios con cierto reconocimiento ( en cuanto a número de visitantes, no en lo referido a la calidad) tiene exactamente el mismo “problema” . La única manera mínimamente fiable de conocer la realidad de un videojuego es a través de opiniones de otros jugadores, gracias a los foros especializados. Otra manera son las páginas webs de reducido tamaño que realizan análisis, sin ese miedo a perder el favor por parte de las desarrolladoras, ya que nunca lo han tenido, y la crítica y la objetividad están a la orden del día, con el problema de que el volumen de información que nos otorgan es bastante más pequeño, pero de mayor calidad.
En relación con las ventas, muchos cargos importantes de este sector se quejan de un problema cada vez más frecuente y difícil de solucionar, la piratería. Este fenómeno consiste en la obtención de software, es decir, juegos, de manera gratuita gracias a diversos métodos, como las descargas en internet o la copia de juegos alquilados, lo cual es legal en España, siempre y cuando uno no se lucre con ello. La legalidad reside en que se considera una copia de seguridad de tu juego original, por si el juego que ha sido comprado se rompe o se pierde, tener un respaldo en el que jugar sin tener que volver a desembolsar esa cantidad de dinero. Esto no es tan sencillo como suena, si no que para conseguir que estas copias funcionen, es necesario modificar la consola, ya sea su software o su hardware, lo cual puede estropear tu consola si no se hace con el cuidado preciso, perder la garantía e incluso, que la propia compañía te inahbilite el juego on-line de tu consola, perdiendo así una de las facultades más interesantes de la actual generación de videojuegos que ha supuesto el verdadero salto adelante en la última generación de consolas, ya que en anteriores sistemas, esta posibilidad era realmente limitada.
http://www.youtube.com/watch?v=K4yeGaOivCk&feature=player_embeddedModificar tu consola no tiene por qué asociarse a la piratería. Gracias a ello, podemos acceder a un montón de aplicaciones no firmadas, igual de útiles que las que nos ofrece la compañía de la consola, pero creadas por desarrolladores amateur siendo en su mayoría freeware (gratis), que nos da acceso a ver películas almacenadas en nuestro ordenador en la consola sin la necesidad de transportarlas en una memoria USB, jugar a videojuegos antiguos gracias a la emulación, un programa que aprovecha la capacidad de un sistema más potente que uno anterior para correr juegos de esté, emulando (de ahí el nombre) las características del sistema anterior, o poder conectar periféricos que en un primer momento y con la consola sin modificar, nos sería imposible, tales como teclados o ratones propios de un ordenador. También hay otras funciones especiales, como el poder disfrutar de un juego de cualquier parte del mundo, ya que en casi todas las consolas solo dejan jugar a aquellos que pertenecen a su región. El mundo está dividido en dos partes para las compañías, la parte PAL, que corresponde a Europa, y la NTCS, perteneciente al resto del planeta. Por ello, si queremos jugar en una consola europea a un título que haya sido publicado en América, necesitamos realizar pequeños ajustes.
A pesar de todas estas aplicaciones, la realidad es que quien modifica su consola, es para poder jugar a copias no legales, ahorrándose así una gran cantidad de dinero en juegos. Dejando al margen la legalidad, esta práctica puede considerarse poco moral, por que realmente se está robando el trabajo de personas de la industria del videojuego pero hay diversos factores que condicionan esta sentencia. Para comenzar, cabe distinguir entre aquellos jugadores que “piratean” todo aquello que cae en sus manos, o por contra, sólo aquellos juegos que desean probar antes de realizar un desembolso tan grande para su adquisición, o que solo copian aquellos títulos por lo que no iban a pagar de todas formas, ya que hay un juego que les puede interesar más, o por que simplemente, lo prueban por curiosidad, pero que a la hora de pasar por caja para un juego que realmente quieren, no tienen ningún problema. En ese caso, a mi juicio, sería un acceso a nueva cultura, ya que iba a ser un título que jamás hubiera sido probado por el usuario, y en cambio, tiene acceso a él, dando lugar a que futuras secuelas, sean compradas por este jugador, de lo que se beneficia la industria como el propio usuario, que aporta beneficios a la industria, y consigue abrir su horizonte de expectativas para futuros títulos.
Las bajas ventas de los juegos, que provoca cierres de estudios y compañías, suele ser achacadas a la piratería, ya que si no se compran juegos, los beneficios son negativos y es imposible seguir desarrollando más, pero ¿esto todo culpa nuestra, tal y como lo pintan? La respuesta es clara, NO. Hay más factores e igual de problemáticos que la piratería, que no deja de ser una solución desesperada a estos problemas. Cabría destacar los contenidos de baja calidad que se sacan cada vez más usualmente al mercado, en los que destacan juegos con diversos fallos, ya sean en los gráficos, partidas guardadas que jamás se salvan, problemas a la hora de configurar algún apartado, o simplemente, juegos incompletos que por la presión de las editoras, se sacan a la venta de manera precipitada, teniendo así que esperar a que la compañía saque una solución para dichos fallos a través de internet, en la mayoría de ocasiones de dudosa eficacia, de algo que debería estar completo desde un primer momento, consiguiendo así la desconfianza de los compradores a la hora de realizar un pago de una cantidad de dinero tan sumamente alta, que es considerado, por casi todos los expertos en la industria, como el mayor de los problemas que representan los videojuegos.
Se puede llegar a entender que una consola recién salida al mercado, al ser tecnología más o menos puntera, tenga un precio ciertamente alto para cualquier jugador, pero los precios de software, más concretamente en España, son simplemente, ridículos. No es normal que en un país como Reino Unido, que está tan relativamente cerca, las novedades videojueguiles salgan a poco más de la mitad de lo que cuesta aquí, se podría considerar hasta una burla hacia el consumidor español. No es extraño ver juego a unos precios realmente desorbitados en estos lares, con excusas como el tener que doblar el título al castellano, a la vez que hay juegos a esos precios en que ni siquiera están los textos traducidos, por lo que la tomadura de pelo cada vez se va haciendo mayor. Tampoco es descabellado encontrarse ediciones de coleccionista que apenas traen un par de artículos que ni siquiera se pueden considerar como piezas únicas, aumentado el precio hasta un 30%, poniéndose últimamente muy de moda dentro de estos packs contenidos descargables que consisten en pequeñas mejoras en nuestro juego, normalmente de tipo visual, es decir, tajes y complementos para vestir a nuestros personajes, sintiendo una sensación de estafa continua. Por ello cada vez se están imponiendo dos tipos de mercados que terminarán por normalizar el precio de los juegos en nuestro país, la importación y segunda mano.
El primero está empezando a marcar un referente, ya que, gracias a Internet, comprar un artículo, sea del carácter que sea, es muy sencillo, tan solo hace falta encontrar la tienda adecuada. Por supuesto, no todo son ventajas, ya que, a pesar de un precio altamente competitivo, son habituales los casos de paquetes perdidos por parte de la compañía de correos, aunque la solución más común es que se reenvíe un juego nuevo sin mayor complicación, pero ya supone una molestia añadida al trato en mano, que encontramos en una tienda física, el hecho de tener que ponerse en contacto con la tienda, normalmente en inglés, para arreglar este asunto. Otro inconveniente es no poder contar con el juego de manera inmediata, sino que debemos aguardar un mínimo de una semana para poder disfrutarlo en nuestra casa, aunque si no se corre prisa por jugarlo, es una opción extremadamente interesante. Por último, el usuario debe tener cuidado con el idioma que trae el juego, ya que podría estar sólo en inglés, por lo que es conveniente informarse para no llevarse sorpresas inesperadas.
El otro mercado que está abierto de par en par al mundo de los videojuegos es el de segunda mano, gracias al boom de Internet, que ha disparado las ventas entre usuarios de una misma página web, la cual suele regular este tipo de compras para evitar timos. Esto consigue precios igual de irrisorios que en las tiendas on-line, pero sin la mayoría de desventajas, plazos de espera de apenas días o juegos en el idioma que tú quieres, arriesgándote solo a encontrarte un juego defectuoso al haber estado en manos de otra persona, sin saber el trato real que éste ha recibido. Para evitar sustos, suele realizarse un intercambio de fotos del producto entre comprador y vendedor, tanto para intentar demostrar el buen estado del artículo, como para tener una prueba de que el producto enviado no corresponde con el de la foto. Otra ventaja es que los precios no son fijos, si no que se llega, en algunos casos, a un acuerdo entre los interesados, abaratándose más la cantidad final. Otro tipo de trato es el que se realiza en mano, entre usuarios de la misma ciudad, quitando del importe los gastos de envió del producto, y pudiendo comprobar de primera mano el estado del objeto a comprar.
Finalmente, uno de los apartados que más repercute en las ventas de un juego es el marketing que se origina en torno a él. Muchas veces, se crea un proyecto místico del que apenas se sabe su nombre, y muy de vez en cuando, se filtra alguna imagen, generando una gran expectación en torno al mismo. Las imágenes, a su vez, son modificadas para dar una impresión increíble del juego, provocando así aun más expectación por poder disfrutar del título. Una vez se encuentra en el mercado, se produce cierta sensación de decepción, ya que el título no se encuentra a la altura de lo esperado. Esta práctica trae consecuencias a medio plazo, ya que, aunque las ventas sean medianamente buenas, esa compañía pierde la confianza del jugador, y las ventas de próximos caerán de manera gradual. La expectación generada por un juego es conocida en Internet como hype. Con este factor juegan las compañías, como hemos visto en el ejemplo anterior, pero no es la única. Gracias al antiguo boca a boca y con la ayuda de Internet, las compañías consiguen hacer muy buena publicidad de un juego, en ocasiones incluso sin buscarlo, ya que los comentarios del usuario final, al que realmente llega el juego, son los que interesan, y si tiene apoyo popular la fama del juego y de la compañía puede subir como la espuma. Por otra parte encontramos, simplemente, una campaña de publicidad brutal, igual que la que se realiza de una película taquillera o de un programa de televisión de éxito. También cabe decir que si un juego es bueno, con lo justo de publicidad, las ventas suelen dar la razón a la calidad del título.
En definitiva, los videojuegos son un mundo mucho más complejo y extenso de lo que podría parecer a simple vista, ya que es una enorme industria que maneja muchos recursos, generando unos beneficios brutales, por lo que es nuestro presente de entretenimiento, aficionándose gente de
todas las edades, venciendo así al famoso mito de “los videojuegos son solo para niños.”
Links de interés:
Comparación entre la evolución de la pintura y el videojuegoEjemplo de web pequeña de videojuegosVarios ejemplos de páginas web de gran relevancia:
ElOtroLado.netIGN.comGameTrailers.comResúmen de la historia del videojuegoPreguntas frecuentes y guía para novatos del videojuegoSaludos y espero que os guste!
PD: la fuente es mi casita del avatar, por si a alguien le interesa.