Al ver que el pasillo no alcanzaba final, los villalobenses empezaron a ponerse muy nerviosos. Agitados. Los ruidos de las pesadillas acechándoles era muy superior a lo que sus nervios de podían soportar, incluso en su forma de despertados.
Uno golpeó una pared. Otro pateó una silla. El último pateó la cara del de delante... Así empezó una pelea al bulto donde nadie sabía que golpeaba, simplemente se peleaban. Alguien podría pensar que era una vía de escape para todo el estrés que suponía la situación, los que lo han vivido saben que es simplemente la falta de cordura.
Cogieron entre 5 o 6 a spion "¿y porqué deberíamos dejar que este viniese con nosotros?, ¡¿eh?!". Iban a matarle, Él lo sabía y todos sabían que iba a pasar.
De pronto alguien exclamó "¡Eh!". Un grito seco, sin más. Todos se giraron y observaron a Eric Draven, muy metido en su rol de líder, observando, sin ninguna herida. Él no había participado en la bronca, los miraba con cara de suficiencia sabiéndose mejor que ellos.
Después de aproximadamente una hora de bronca del líder que nadie se atrevió a contrariar y mucho menos interrumpir, los villalobenses siguieron su camino. Finalmente, y fruto de la decisión de Eric, salieron y no solo del pasillo, ya que la puerta que encontraron al final era la de la esperanza. Estaban en la calle.
Nadie sabía si eso era mejor o peor, pero al menos era diferente.
Muy diferente.