Las conexiones a Internet sobre fibra óptica son un mercado que cada vez cobra
más importancia para las operadoras españolas. Y como era de esperar, junto al ambicioso despliegue de la FTTH por nuestra geografía están empezando a surgir las primeras fricciones entre las empresas interesadas.
La compañía Vodafone ha presentado
una denuncia contra Telefónica ante la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) por "restringir, impedir o falsear" la competencia en el mercado de la fibra, además de "abusar" de posición dominante. Vodafone asegura que Telefónica está conformando una estrategia para trasladar su monopolio en las líneas de cobre a la red FTTH, concediendo acuerdos discriminatorios a Yoigo y Jazztel en detrimento del resto de empresas.
La operadora británica considera que el acuerdo de Telefónica con otras operadoras es anticompetitivo y encubre un "reparto de mercados e imposición a terceros de condiciones comerciales discriminatorias". Aunque Yoigo y Jazztel se han incluido en la denuncia, Vodafone aclara que el sujeto de la misma es Telefónica.
Vodafone considera que las supuestas prácticas de Telefónica "suponen menores posibilidades de elección para los consumidores, en un entorno comercial dominado por la convergencia, precios más altos, ante la ausencia de mayor presión competitiva, y distorsionan la competencia en infraestructuras". Por ello, solicita a la CNMC medidas cautelares que permitan "equilibrar la balanza" para poder competir en igualdad de condiciones.
Telefónica ha respondido a la denuncia en una nota de prensa que comparte "su perplejidad" al considerar que la intensidad de la competencia en el mercado español está fuera de toda duda. La operadora denunciada asegura que los acuerdos con Yoigo y Jazztel entran dentro de la legalidad y están dirigidos a mejorar los servicios del cliente final. Del mismo modo, explican que estos acuerdos están abiertos a terceros, por lo que "cualquier otro operador podría haber entrado en las mismas condiciones".