A mí me pasó algo similar. Llevaba casi diez años fuera, los mismos que con mi pareja (ahora ex) viviendo juntos en la ciudad a la que me fui a estudiar. Tenía un montón de amigos y estaba genial allí.
De un día para otro, dejé a mi pareja, tuve que volver a casa de mis padres, que además se habían mudado a una ciudad donde yo nunca había vivido antes, con lo que no conocía a nadie allí.
¿Qué hice? Aguantarme

. Nah, no se puede hacer mucho. Básicamente te dices "esto es lo que hay, qué puedo hacer para cambiarlo". Porque quejarse no sirve de nada.
En mi caso, como no encontraba trabajo, me puse a estudiar un ciclo. Para al menos no estar de brazos cruzados. Así además conocí gente y se me hizo más llevadero. Cuando quise darme cuenta, un eoliano me había robado el corazón (oh, qué bonito) así que tuve que empezar a ir periódicamente a la otra punta del país a recuperarlo.
Total, que a día de hoy sigo sin trabajo (al menos he terminado el curso y empezaré las prácticas después de verano) y quiero intentar por todos los medios irme a BCN a trabajar. Tú además tienes la libertad de no estar atado a ninguna parte, de poder hacer lo que quieras. ¡Aprovéchalo! Eres joven, puedes dirigir tu vida en la dirección que te apetezca y todavía te quedará tiempo para pensar en seguir haciendo más cosas. Si te llama irte al extranjero, vete. Si lo que quieres es independizarte en tu país, hazlo. Tal vez no sea con el trabajo de tu vida, tal vez tengas que compartir piso con otras personas. Pero merece la pena si tan mal estás en la situación actual, ¿no?
Así que mi consejo es que empieces a moverte. No te quedes en casa viendo pasar las horas, hay que activarse. Seguro que siempre has tenido sueños. ¡Y aficiones! Qué mejor momento para entregarte a estas últimas mientras intentas perseguir los primeros.
Respecto a las responsabilidades, nadie te obliga a tener hipoteca, coche y demás. Vale, tenemos que pasar por el inevitable trabajo que nos aporte dinero para pagar un alquiler (por ejemplo). Pero chico, eso es una parte de tu vida, no tu vida entera. El trabajo es un medio para poder vivir, fuera de él tú decides qué quieres hacer. Yo tengo asumido que es probable que no trabaje de nada que me entusiasme en exceso, pero no me quita el sueño. Pienso realizarme fuera de dicho trabajo, porque tengo muchos proyectos, sueños e ilusiones. Todo se basa en ponerse metas. No tienen que ser ambiciosas, puede ir desde tener una vida tranquila donde puedas quedar los fines de semana con tus amigos hasta colaborar en un voluntariado, escribir una novela (que no publicarla, simplemente para tu propio disfrute), entregarte a la práctica de un deporte, aprender cosas nuevas...
Piensa que, si bien el mundo está lleno de limitaciones que hacen que no podamos conseguir todo lo que nos propongamos (es bueno soñar, pero sin dejar de ser realistas), las principales trabas nos las ponemos nosotros mismos, con nuestro miedo a la incertidumbre y nuestro derrotismo antes de empezar siquiera el proyecto que tenemos en mente.
Ya verás como antes o después acabas por encontrar tu lugar, paciencia y no cejes en tu empeño.
Un saludo.